Somos la suma de cuatro hospitales: el General, el Infantil, el de la Mujer y el de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. Estamos ubicados en el Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, un parque sanitario de referencia internacional donde la asistencia es una rama imprescindible.
El paciente es el centro y el eje de nuestro sistema. Somos profesionales comprometidos con una asistencia de calidad y nuestra estructura organizativa rompe las fronteras tradicionales entre los servicios y los colectivos profesionales, con un modelo exclusivo de áreas de conocimiento.
¿Quieres saber cómo será tu estancia en el Hospital Universitario Vall d'Hebron? Aquí encontrarás toda la información.
La apuesta por la innovación nos permite estar en vanguardia de la medicina, proporcionando una asistencia de primer nivel y adaptada a las necesidades cambiantes de cada paciente.
Las paraparesias espásticas hereditarias (PEH) son un grupo de trastornos neurológicos de origen genético poco frecuentes que se caracterizan por la debilidad y rigidez (espasticidad) progresivas en las piernas. Esto provoca dificultades para caminar que aumentan gradualmente con el tiempo. Se llaman «hereditarias» porque están causadas por alteraciones en los genes que pueden transmitirse dentro de las familias. También se conocen como paraplejias espásticas familiares o síndrome de Strümpell-Lorrain.
Las PEH se consideran enfermedades raras, con síntomas que pueden comenzar desde la infancia hasta la edad adulta, en función del tipo genético. En el plano neurológico, el problema principal es una degeneración o disfunción progresiva de las vías nerviosas que van desde el cerebro hasta la médula espinal, encargadas de controlar el movimiento de las extremidades, y afecta sobre todo a las piernas.
Existen diferentes formas de PEH, a veces clasificadas como formas «puras» y «complejas». En las formas puras, la afectación se limita principalmente a la dificultad para caminar a causa de la rigidez en las extremidades inferiores. En las formas complejas, además de la paraparesia, pueden aparecer otros síntomas neurológicos o en otros órganos. Hasta ahora, se han identificado más de 80 genes cuya mutación puede causar PEH. Esto explica la variabilidad dentro de las PEH, aunque cada tipo genético se puede manifestar de manera distinta en cada paciente o familia.
Aunque las PEH comparten la característica de la espasticidad en las piernas con la parálisis cerebral infantil, se trata de una entidad diferente. En las PEH no hay una lesión cerebral fija al nacimiento, sino una alteración genética que provoca una evolución lenta y progresiva de los síntomas, que a veces es difícil de detectar.
El síntoma principal de las PEH es la dificultad progresiva para caminar, provocada por la combinación de debilidad muscular y espasticidad en las piernas. Los síntomas y signos más comunes son:
Las PEH pueden afectar a personas de cualquier edad, aunque los síntomas suelen comenzar entre la infancia y la juventud. Tanto hombres como mujeres pueden padecer esta enfermedad.
El diagnóstico requiere varias pruebas que puedes encontrar aquí y que incluyen:
En el Hospital Universitario Vall d’Hebron, los pacientes se benefician de las técnicas más avanzadas de secuenciación genética para llegar a un diagnóstico molecular preciso de manera rápida y eficiente. Sin embargo, un porcentaje de pacientes sigue sin diagnóstico. Por eso trabajamos en investigación, para intentar diagnosticar todos los casos, y participamos en registros internacionales y proyectos para mejorar la evaluación clínica de los pacientes.
Consulta la infografía sobre diagnóstico de las PEH aquí.
El seguimiento de la enfermedad incluye:
Actualmente, no hay cura, pero sí múltiples tratamientos para mejorar los síntomas y la calidad de vida:
El hospital dispone de técnicas quirúrgicas de vanguardia y acceso a unidades de ensayos clínicos, que permiten ofrecer terapias experimentales y tratamientos innovadores a los pacientes con PEH.
Las PEH pueden presentarse en distintos momentos de la vida y son enfermedades crónicas que requieren un seguimiento a largo plazo. En el Hospital Vall d’Hebron se garantiza un seguimiento a lo largo de toda la vida, desde el periodo prenatal hasta la edad adulta. En los servicios de Neurología Pediátrica y Neurología acompañamos al paciente en coordinación con distintas unidades y servicios del Hospital. También colaboramos en investigación y aseguramos una transición fluida y eficaz a través de consultas conjuntas y una comunicación eficiente. También colaboramos con asociaciones de pacientes para apoyar la investigación y la concienciación social sobre estas enfermedades.
Descubre más sobre la enfermedad, en este vídeo:
Cefalea es sinónimo de dolor de cabeza, es decir, el síntoma que consiste en presentar dolor en cualquier área de la cabeza o la cara. Es muy habitual, y es que prácticamente todo el mundo sufrirá cefalea en algún momento de la vida. Las causas de la cefalea son múltiples, desde enfermedades o hechos triviales (como la cefalea atribuida a una rinosinusitis o al consumo de sustancias como el alcohol), enfermedades que generan cefalea de forma recurrente (como la migraña o neuralgia) o enfermedades graves que pueden poner en riesgo la vida de la persona (como la hemorragia cerebral o la meningitis).
La cefalea no es una enfermedad, sino un síntoma de otras enfermedades, habitualmente neurológicas o alteraciones de estructuras craneales (musculatura, huesos, piezas dentales, senos paranasales, etc.), que provocan una activación de los receptores de dolor que dependen del nervio trigémino o las primeras raíces nerviosas cervicales.
A pesar de que la gran mayoría de las personas presentarán cefalea de forma puntual y leve, en algunos casos, el mismo dolor de cabeza y el resto de los síntomas de las enfermedades que lo causan pueden interferir de forma grave en las actividades habituales de la vida generando discapacidad y una importante disminución de la calidad de vida. Esta combinación de alta prevalencia, junto con la gran diversidad de sus causas, algunas de ellas potencialmente discapacitantes, hace de la evaluación del paciente con cefalea un reto clínico.
La cefalea se define por presentar dolor en cualquier área de la cabeza o la cara. Cuando se evalúa a una persona que presenta cefalea es importante poder especificar las características del dolor, estas incluyen:
Además de las características del dolor, es especialmente importante saber qué otros síntomas acompañan al dolor, puesto que nos dan mucha información sobre las posibles causas del dolor de cabeza:
La mayoría de las personas tendrán dolor de cabeza en algún momento de su vida y es un síntoma que puede presentar en cualquier etapa, desde la infancia hasta en la edad avanzada. La migraña y la cefalea de tensión son las causas más frecuentes de la cefalea y afectan especialmente a mujeres de entre 15 y 55 años, siendo la tercera causa de discapacidad en los adultos jóvenes (menores de 50 años).
Los niños y adolescentes también pueden tener dolor de cabeza. Los niños tienen los mismos tipos de dolores de cabeza que los adultos, pero sus síntomas pueden ser un poco diferentes, hecho que puede dificultar identificar el tipo de dolor de cabeza.
Las cefaleas se dividen en 3 grupos:
La mayoría de las personas que presentan dolor de cabeza, sobre todo aquellos que han presentado varios episodios a lo largo de la vida, el diagnóstico se realizará a través de la entrevista clínica y la exploración física y, la mayoría a veces, no se necesitará la realización de pruebas. La forma de presentación de los episodios de dolor de cabeza es la clave para poder hacer el diagnóstico correcto.
Ante un primer episodio de cefalea, sobre todo si es repentina o bien se acompaña de signos de alarma (p. ej. fiebre, rigidez cervical o síntomas neurológicos) habrá que descartar que se trate de una cefalea secundaria grave. En estos casos será especialmente importante realizar analíticas de sangre, líquido cefalorraquídeo y pruebas de imagen cerebral como el TC o la resonancia magnética.
Existen dos tipos de tratamiento. El tratamiento del dolor habitualmente se realiza con fármacos analgésicos o antiinflamatorios que se ajustará según la respuesta o tolerancia del paciente. Además, en los casos de cefalea secundaria será importante hacer el tratamiento de su causa. Es importante saber que en el caso de presentar dolor de cabeza de forma frecuente, entendimiento como varios días en el mes, el uso frecuente de analgésicos puede ser perjudicial y hay que evaluar bien la frecuencia con calendarios para iniciar tratamientos preventivos, que tienen por objetivo disminuir la frecuencia e intensidad de la cefalea frecuente.
La mayoría de la información necesaria para el diagnóstico se obtiene de la entrevista clínica y la exploración física y, por lo tanto, la mayoría de pacientes con cefalea, especialmente aquellos que presentan episodios de dolor de cabeza de larga evolución, no necesitarán pruebas complementarias específicas para su diagnóstico. La necesidad de exploraciones complementarias como analítica sanguínea, neuroimagen (TAC o resonancia) cerebral o medular, punción lumbar por análisis del líquido cefalorraquídeo o pruebas vasculares están indicadas en aquellos pacientes que presenten los llamados “signos de alarma” que incluyen:
Las estrategias preventivas serán especialmente importantes en aquellas personas con dolor de cabeza recurrente como la migraña o cefalea de tensión, para minimizar los factores que pueden facilitar que aparezca la cefalea de forma frecuente. Es especialmente importante tener rutinas regulares, realizar una correcta higiene de sueño y ejercicio regular. También serán importantes aquellas medidas para evitar la sobrecarga de la musculatura cervical o craneal; o estrategias para minimizar el estrés y los trastornos del ánimo.
Una enfermedad genética es un trastorno que se origina por una alteración en un gen. Para poder diagnosticar una enfermedad de este tipo, hay que realizar un análisis de ADN que permita detectar mutaciones o cambios hereditarios.
Nuestro ADN es una gran biblioteca que contiene toda la información que condiciona el funcionamiento de nuestro cuerpo. Cada uno de los libros que la forman son nuestros genes y un error en alguno de ellos se denomina mutación. Estas mutaciones hacen que los genes no se puedan leer correctamente, alteran la fabricación de proteínas y, por lo tanto, también algunas funciones de nuestro cuerpo, dando lugar a diferentes enfermedades.
Nuestro cuerpo se protege ante estas enfermedades genéticas teniendo el ADN duplicado, es decir, todos poseemos dos copias de cada gen, una heredada de nuestro padre y otra, de la madre. De esta manera, la aparición de enfermedades genéticas está condicionada por el número de copias que tenemos alteradas.
Además de los principales tipos de herencia, hay casos que no siguen estas reglas básicas. Esto es debido a la existencia de otros factores menos conocidos que hacen que cada persona manifieste la enfermedad de distintas maneras:
En los últimos años, el estudio de las mutaciones genéticas ha ido evolucionando de forma exponencial, gracias a la aparición de técnicas mejoradas que nos permiten secuenciar nuestro genoma, todo nuestro ADN. La secuenciación consiste en ‘leer’ y conocer la secuencia exacta que tiene cada uno de nuestros genes. Por lo tanto, según la situación, procederemos a analizar un gen en específico o tendremos que ir más allá y leer zonas mayores de nuestro genoma. Por eso disponemos de varias estrategias:
La aparición y la implementación de todas estas técnicas clínicas han permitido hacer pasos de gigante y avanzar en el diagnóstico genético de numerosas enfermedades, incluida la distonía y otros trastornos del movimiento.
Cuando hablamos de enfermedades genéticas tenemos que ser conscientes de que la alteración está presente en todas las células de nuestro organismo y no se puede eliminar. A lo largo de los últimos años se han estado desarrollando nuevas terapias génicas enfocadas a corregir el error genético de algunas enfermedades neurológicas.
Neurología Pediátrica, Hospital Infantil i Hospital de la Mujer
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