Somos la suma de cuatro hospitales: el General, el Infantil, el de la Mujer y el de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. Estamos ubicados en el Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, un parque sanitario de referencia internacional donde la asistencia es una rama imprescindible.
El paciente es el centro y el eje de nuestro sistema. Somos profesionales comprometidos con una asistencia de calidad y nuestra estructura organizativa rompe las fronteras tradicionales entre los servicios y los colectivos profesionales, con un modelo exclusivo de áreas de conocimiento.
¿Quieres saber cómo será tu estancia en el Hospital Universitario Vall d'Hebron? Aquí encontrarás toda la información.
La apuesta por la innovación nos permite estar en vanguardia de la medicina, proporcionando una asistencia de primer nivel y adaptada a las necesidades cambiantes de cada paciente.
Para espesar los líquidos se necesita: vaso, cucharilla, espada y la bebida que se quiera utilizar (agua, zumo, leche, infusión...)
Las medidas de espada varían según el liquido base.
Si lo que prepara es agua, café con leche, leche o infusión:
Textura néctar: en un vaso de 150 gr. (Como los del hospital) añada 2 cucharadas rasas de espadas Textura miel: en un vaso de 150 gr. (Como los del hospital) añada 3 cucharadas rasas de espadas Textura pudín: en un vaso de 150 gr. (Como los del hospital) añada 4 cucharadas rasas de espadas
Si lo que prepara es zumo (piña, melocotón, naranja, batidos de sabores):
Textura néctar: en un vaso de 150 gr. (Como los del hospital) añada 1 cucharada rasa de espadas Textura miel: en un vaso de 150 gr. (Como los del hospital) añada 2 cucharadas rasas de espadas Textura pudín: en un vaso de 150 gr. (Como los del hospital) añada 3 cucharadas rasas de espadas
No se debe dejar el líquido con espesante durante más de una hora en reposo. Una vez preparado, se tomará el momento.
Los pacientes con disfagia, en función del grado, deberán hacer una dieta triturada homogénea o si es más leve, podrán comer alimentos de fácil masticación pero evitando ciertos alimentos de riesgo.
En pacientes que requieran una dieta triturada homogénea aconseja que el triturado no contenga espinas, huesos, pieles, etc. Y que esté formado por:
Y al final, en conjunto con un postre como: natillas, yogur, compota, etc.
RECORDAR espesar líquidos a la textura adecuada. En pacientes que sólo requieran una dieta de fácil masticación, se procurará que los alimentos estén bien cocidos y los platos contengan la suficiente humedad para que puedan ser deglutidos sin dificultad (albóndigas con salsa espesa, canelones, lasaña, tortilla de patatas, pasteles de carne o pescado, etc.)
En ambas dietas se evitarán los alimentos de riesgo.
Cuales son los alimentos de riesgo
Textura de la bebida recomendad durante las comidas
En las comidas principales (desayuno, comida y cena) un vaso de agua gelificada. A media mañana y con la merienda, un vaso de agua espesada.
La legionelosis es una enfermedad producida por la bacteria Legionella pneumófila, que vive usualmente en circuitos de agua contaminada, como son conducciones de agua, estanques, torres de refrigeración, piscinas o jacuzzis.
Se adquiere por inhalación al haber estado el paciente en contacto con el agua contaminada, ya sea por el baño o por estar en zonas próximas, ya que la bacteria se puede diseminar desde el agua al ambiente circundante.
Produce generalmente una infección pulmonar en forma de neumonía que -de no ser diagnosticada y tratada precozmente- puede revestir gravedad y riesgo vital.
La legionelosis produce los síntomas propios de una neumonía (fiebre, dolor torácico, dificultad al respirar), junto a dolores musculares muy marcados y gran afectación del estado general con malestar pronunciado.
La legionelosis puede afectar a toda persona que entre en contacto con la bacteria causante, pero es más frecuente en personas ancianas o inmunodeprimidas que han estado en contacto con agua contaminada por Legionella o han respirado vapor de la misma agua contaminada.
Se realiza mediante la detección de la bacteria o de anticuerpos en la sangre contra la misma, una vez se ha sospechado por las características clínicas que presenta el paciente (edad de aparición, fiebre, gran afectación del estado general, dolores musculares ) o radiográficas (neumonía que afecta difusamente a los pulmones).
El aislamiento de la bacteria es relativamente reciente, porque requiere medios de cultivo especiales.
De hecho no se identificó la Legionella como causante de enfermedad pulmonar hasta 1976, durante una epidemia de neumonía en un congreso de la Legión Americana en Filadelfia, de ahí su nombre.
La legionelosis responde bien al tratamiento antibiótico específico. Es muy importante el inicio precoz del tratamiento.
Radiografía de tórax, determinación en sangre de anticuerpos contra Legionella, cultivos específicos para la identificación de Legionella.
Es muy importante la vigilancia epidemiológica de los casos detectados conducciones de agua, torres de aire acondicionado, piscinas o jacuzzis implicados para proceder a su desinfección.
Cuando se detecta un caso de Legionelosis, las autoridades de salud pública inician una investigación para encontrar la fuente de la misma y erradicarla.
La legionella resiste mal la temperatura elevada y usualmente se elimina aumentando puntualmente la temperatura de las conducciones. Estas medidas deben ser realizadas por profesionales especializados para asegurar la eliminación de la bacteria.
La endocarditis infecciosa supone la presencia de una infección microbiana en la superficie endocárdica (superficie interna) del corazón. Se trata de la infección cardiovascular más frecuente y es muy importante debido a su potencial gravedad y a que tiene diferentes formas de presentación. La endocarditis infecciosa afecta fundamentalmente a las válvulas cardíacas, sean naturales o artificiales, aunque en ocasiones se puede producir en otras estructuras del corazón.
Se clasifican de acuerdo con el tiempo en que lleva establecida la infección (días, semanas o meses) y de acuerdo con la bacteria o microorganismo (levadura, hongo) que la causa.
La lesión característica de la endocarditis infecciosa es la vegetación endocárdica. Está compuesta por la presencia completamente anómala de un agregado de plaquetas, fibrina, bacterias y células inflamatorias que se adhiere a la superficie interna del corazón- generalmente en la superficie de una válvula cardíaca- y que es susceptible de desprenderse y de causar una embolia infecciosa a distancia en otro órgano (piel, sistema nervioso , extremidad).
Se considera una enfermedad grave y aunque en la mayoría de los casos se obtiene su curación, también tiene -a pesar del tratamiento- unas complicaciones y una mortalidad significativas. En muchos casos para su curación definitiva es necesario someter a los pacientes a una intervención quirúrgica para eliminar los tejidos afectados y colocar una nueva vàlvula cardíaca artificial.
En la forma más aguda, la endocarditis infecciosa puede producir fiebre elevada, escalofríos, postración y afectación grave del estado general en poco tiempo (horas-días). En las formas subagudas, de semanas o meses de evolución, domina el cuadro clínico el cansancio, la falta de apetito y la fiebre poco relevante. En estos casos, se pueden producir también manifestaciones infecciosas en la piel en forma de nódulos o manchas características, que no aparecen siempre.
En los pacientes con grave afectación de las válvulas cardíacas se puede llegar a producir una mala función de las mismas, condicionando la presencia de síntomas de insuficiencia cardíaca, como serían el ahogo importante y la aparición de edemas en las extremidades inferiores.
La endocarditis infecciosa tiene una incidencia global de 2-3 casos por cada 100.000 habitantes y año, por lo que se estima que en Cataluña se diagnostican alrededor de 200 nuevos casos cada año. Sin embargo, su incidencia aumenta mucho con la edad, alcanzando los 15-30 casos/por cada 100.000 habitantes/año en mayores de 65 años, es decir, 10 veces superior a la de la población de menor edad.
La causade la endocarditis infecciosa ha cambiado mucho en las últimas décadas. Hace años la bacteria causal más frecuente eran los estreptococos, sobre todo de una especie denominada viridans. Actualmente hay una gran variedad de agentes causales, siendo los más frecuentes los estafilococos, seguidos de los estreptococos y los enterococos. Sin embargo, conviene conocer que cualquier microorganismo que circule por la sangre puede adherirse a una válvula cardíaca, en especial si ésta tiene lesiones previas o es una válvula artificial.
El diagnóstico de la endocarditis está basado fundamentalmente en:
El tratamiento de la endocarditis infecciosa es antibiótico, pero dirigido específicamente al microorganismo que la causa. Las dosis son altas y prolongadas en el tiempo, porque las vegetaciones propias de la enfermedad están muy poco vascularizadas y el antibiótico debe penetrar por difusión desde la sangre circulante. En los pacientes que no responden de manera adecuada a este tratamiento antibiótico o que presentan daños valvulares muy importantes, como consecuencia de la infección, es necesario valorar la necesidad de cirugía de recambio valvular
Hemocultivos y ecocardiografias, tanto en el momento del diagnóstico como para controlar la evolución de la enfermedad
Cuando se conoce una alteración de una válvula cardíaca en una persona, debe hacerse prevención antibiótica antes de la intervención de piezas dentarias o de encías, previa consulta especializada.
También en el caso de endoscopias, sobretodo la digestiva alta (gastroscopia), deben tomarse medidas preventivas con el antibiótico y la pauta que indique el médico.
Esta prevención es muy importante porque la presencia de bacterias en la sangre, como consecuencia de la intervención o de la exploración, conlleva un riesgo significativo de endocarditis infecciosa.
Realización de frotis- haciendo una pequeña punción en un dedo- para poder hacer una valoración de la morfología celular. Con esta punción se realiza un estudio morfológico de las células de la sangre, que permite hacer una primera aproximación y despistaje de los posibles diagnósticos.
El frotis o extensión de sangre periférica se realiza obteniendo una muestra de sangre a través de una punción digital (una punción en la yema de un dedo con una lanceta muy fina) o de venopunción (extracción de una vena), y extendiendo cuidadosamente una gota de sangre hasta formar una película muy fina sobre un cristal llamado porta . A continuación se tiñe y se hace un análisis de la morfología de las células en un microscópio óptico.
El estudio al microscópio de un frotis de sangre periférica permite ver de forma directa las células presentes en la muestra de sangre y analizar sus características morfológicas (forma, tamaño y organelas celulares como el núcleo o la granulación característica de algunas células, y también inclusiones, depósito de sustancias, e incluso microorganismos como parásitos o bacterias).
Con este estudio podemos comprobar si las células tienen un aspecto normal o alterado, y en caso de detectar alteraciones, describirlas y hacer una interpretación global del estudio, que permitirá descartar o confirmar la sospecha de diversas enfermedades, tanto hematológicas como no hematológicas, así como observar los efectos que otras situaciones del organismo tienen en las células de la sangre, como por ejemplo infecciones, hemorragias, traumatismos, etc.
En el caso de que el estudio del frotis sugiera la presencia de una enfermedad de la sangre o de la médula ósea, puede ser necesario realizar un aspirado y/o una biopsia de médula ósea para confirmar el diagnóstico
Se trata de una punción y aspiración de la médula ósea mediante una aguja fina y bajo anestesia local. A través de la aguja se aspira material de médula ósea (en el caso del aspirado) o se obtiene una pequeña muestra en forma de cilindro del hueso esponjoso con médula en su interior (en el caso de la biopsia).
Esta técnica nos sirve para estudiar la médula ósea. Y es imprescindible para el diagnóstico y seguimiento de muchas enfermedades hematológicas, así como el cribado de otras afecciones. El estudio de la médula ósea nos permite diagnosticar enfermedades de la médula o las células de la sangre, como leucemia, linfoma, mieloma, síndrome mielodisplásico, así como enfermedades no hematológicas que pueden afectar a la médula, como tumores de otros orígenes, enfermedades de depósito, etc. Tras el tratamiento de estas enfermedades, el estudio de médula también ayuda a evaluar la eficacia del mismo.
Se esteriliza la zona con yodo y después se aplica un anestésico local. Posteriormente se realiza una punción mediante una aguja fina, y se aspira la médula ósea (material del interior de los huesos). Es una técnica sencilla que se suele practicar sobre el hueso de la cadera (cresta ilíaca) o el esternón. El material aspirado se somete a diferentes procedimientos con finalidad diagnóstica como son la realización de frotis para la valoración de la morfología celular, cultivos microbiológicos, técnicas inmunofenotípicas, estudios citogenéticos y moleculares.
El aspirado y la biopsia son técnicas sencillas que se realizan de forma ambulatoria (es decir, no requieren hospitalización) y bajo anestesia local y/o sedación. La duración total del procedimiento es aproximadamente 30 minutos, y al finalizar el paciente puede irse a casa, necesitando sólo analgesia menor oral en caso de molestias locales. En la zona de punción puede producirse un pequeño hematoma, aunque no es habitual.
Es un procedimiento que, mediante la introducción por la nariz o la boca de un tubo flexible (broncoscopio), permite la visualización del árbol bronquial, con finalidades diagnósticas y/o terapéuticas.
Son diversas las enfermedades o situaciones que pueden requerir la realización de esta prueba diagnóstica, como la neoplasia de pulmón, el trasplante pulmonar, la hemoptisis, la enfermedad pulmonar intersticial difusa y la afectación pulmonar en el enfermo inmunodeprimido, entre otras.
Para examinar el árbol bronquial y obtener muestras de secreciones o tejidos para su análisis con el objetivo de aproximarnos a un diagnóstico etiológico de la enfermedad causante. Puede ser también una prueba terapéutica, ya que permite la aspiración de secreciones o coágulos, la extracción de cuerpos extraños, la permeabilidad de la vía aérea en neoplasias de pulmón y el tratamiento de complicaciones derivadas del trasplante de pulmón.
Con el paciente habitualmente tumbado y bajo una sedación consciente, se introduce el broncoscopio en la vía aérea, administrando anestesia local en las zonas de paso (laringe, tráquea y bronquios). Después de visualizar todos los bronquios e identificar las posibles lesiones, se procede a la toma de muestras, que pueden ser: aspirado bronquial, lavado broncoalveolar, cepillado bronquial, punción transbronquial, biopsia bronquial o biopsia transbronquial.
Pueden presentarse efectos indeseables menores como ronquera, tos, fiebre, dolor local, náuseas o mareos y expectoración de pequeñas cantidades de sangre, que suelen autolimitarse y no representan un riesgo para la vida. Con menor frecuencia pueden producirse complicaciones mayores, como hemorragia, hipotensión, hipertensión, neumotórax (entrada de aire en el tórax fuera del pulmón), o excepcionales, como arritmias o parada cardíaca, depresión o parada respiratoria y accidente cerebrovascular agudo, que pueden ser graves y requerir tratamiento médico o quirúrgico, incluyendo un riesgo mínimo de mortalidad.
Broncoscopia rígida, punción guiada por TAC, mediastinoscopia, biopsia pulmonar quirúrgica.
El dolor es un fenómeno que engloba varias esferas: biomédica, psicológica y social. Se produce cuando el sistema de alarma del propio cuerpo avisa al cerebro de que hay peligro de sufrir una lesión, real o potencial.
Sentimos dolor cuando el cerebro “llega a la conclusión” de que está en peligro y tiene que hacer algo, que en algunas ocasiones consiste en activar el denominado “programa de dolor”. En este contexto, es clave descubrir por qué el cerebro llega a la conclusión de que hay una amenaza.
Sentir dolor no siempre significa que hay un daño o lesión. Podemos sentirlo sin que haya daño. Por ejemplo, cuando vemos que nuestro hijo se cae y se hace daño. Pero también puedes tener daño sin dolor; ¿alguna vez te ha salido un cardenal y no recuerdas cuándo te lo has hecho?
La intensidad del dolor no está relacionada con la cantidad de daño que hayan podido sufrir los tejidos. ¿Un mismo golpe duele siempre igual? ¿Los puntos de una cesárea duelen siempre igual?
El dolor lo genera el cerebro, no se encuentra en los tejidos. En el cuerpo tenemos “sensores de peligro” que envían señales al cerebro, que usa la información y otros factores para decidir si activa el programa de dolor a o la fatiga.
El cerebro siempre es quien decide qué genera y qué no genera dolor. En el 100 % de los casos, si cree que está amenazado lo decidirá en función de varias variables: contexto, experiencias previas, creencias, emociones, etc.
Los pacientes con fibromialgia y síndrome de fatiga crónica pueden llegar a experimentar más dolor del habitual o dolor ante estímulos que no suelen generarlo, como una caricia.
Estos procesos se producen porque el cerebro activa el programa de dolor o fatiga para proteger al individuo del peligro que cree que hay, incluso cuando en realidad no existe, ya que el cerebro interpreta de forma errónea la realidad.
El dolor siempre es real, no se provoca conscientemente, ni se inventa, ni es producto de la imaginación. No es un problema psicológico. Quien sufre fibromialgia o fatiga crónica no es responsable de ello; pero sí de implicarse en el tratamiento con estrategias activas.
El primer paso hacia la mejoría es entender qué le pasa al cerebro y qué está causando el dolor. No dejes que el dolor guíe tu vida y condicione todo lo que podrías hacer.
El estado inmune de una persona depende de su salud general: nutrición adecuada, evitar exposiciones a humo de tabaco y productos químicos, en la medida en que sea posible. En la primera infancia, las vacunas e inmunizaciones prescritas en el calendario vacunal ayudan a constituir un sistema inmune competente.
En el caso de las inmunodeficiencias primarias, es importante su detección. La presunción se hace por la presencia de enfermedades infecciosas frecuentes. Las inmunodeficiencias secundarias se producen en el curso del tratamiento de una neoplasia o también en los pacientes trasplantados que deben tomar medicación inmunosupresora de por vida.
En el caso de las enfermedades autoinmunes, es necesario seguir la medicación, también muchas veces de por vida, y evitar el frío y el sol excesivos que son desencadenantes de la manifestación autoinmune. En el caso de las afectaciones de las articulaciones o musculatura, es necesario seguir los consejos de rehabilitación específicos para mantener la funcionalidad de los órganos afectados.
En el caso de un déficit inmunitario, la administración de gammaglobulinas (proteínas de la sangre encargadas de nuestra defensa) puede tener un papel importante. Cuando la deficiencia inmunitaria está en las células de defensa no hay beneficio con el uso de gammaglobulinas, en cambio los antibióticos pueden impedir o reducir las infecciones que se pueden sufrir.
En el caso de las enfermedades por exceso o mala regulación de la respuesta inmune, se utilizan antiinflamatorios y fármacos que frenan la inmunidad por diferentes vías. Cabe mencionar los corticoides y los llamados fármacos biológicos, que son proteínas dirigidas a bloquear una vía de activación de la inmunidad o de la inflamación. También otros fármacos tienen acción beneficiosa para un mecanismo poco claro, como pueden ser los medicamentos que se usan para tratar el paludismo.
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