Doble salida del ventrículo derecho
Es un tipo de cardiopatía que afecta a los bebés y en el que las dos grandes arterias del corazón (la aorta y la pulmonar) nacen en el ventrículo derecho. Este tipo de enfermedad puede ir asociada a otras alteraciones, como la comunicación interventricular (CIV) o la estenosis de la válvula pulmonar.
¿Cómo actúa la doble salida del ventrículo derecho?
La CIV consiste en un defecto en el tabique que separa los dos ventrículos. Esta comunicación es necesaria, ya que permite que la sangre oxigenada del lado izquierdo vaya hasta la aorta.
Con la doble salida del ventrículo derecho (DSVD), en cambio, se mezcla la sangre oxigenada con la que no lo está, hecho que provoca que el nivel de oxígeno sea más bajo de lo que es normal. Según las características de la enfermedad, hay que tomar medidas de corrección diferentes.
Por otra parte, algunos niños presentan estenosis de la válvula pulmonar, que es una obstrucción que se produce en el paso de la sangre hacia los pulmones.
El diagnóstico
La doble salida del ventrículo derecho se diagnostica mediante un ecocardiograma. Cada vez con más frecuencia se puede detectar en la fase prenatal o cuando el bebé acaba de nacer. En algunos casos, también se tienen que hacer pruebas de imagen o un cateterismo para estudiar en detalle la DSVD y ver cuál es la corrección quirúrgica más adecuada.
El tratamiento habitual
La DSVD y las lesiones asociadas se corrigen con una cirugía que se acostumbra a hacer en los primeros seis meses de vida. Con esta intervención se conecta el ventrículo izquierdo con la aorta y, así, se cierra la comunicación intraventricular.
En los bebés que no tienen estenosis pulmonar también se suele realizar un cerclaje, que consiste en colocar una banda que estrecha la arteria pulmonar para disminuir su flujo, que está en aumento.
A los niños con estenosis pulmonar se les debe practicar una intervención diferente. En este caso, se debe reparar la válvula con un parche de ampliación o, en los casos más graves, a través de un conducto. Si la estenosis es grave puede ser necesaria una cirugía intermedia para aumentar el flujo pulmonar y obtener unos niveles de oxígeno en la sangre convenientes antes de la corrección definitiva.
La mayoría de los pacientes no requerirán ninguna intervención más a lo largo de su vida, excepto los menores a los que se les haya colocado una corrección como un conducto hacia la arteria pulmonar. En este caso, seguramente, harán falta otros procedimientos. No obstante, la mayoría de los niños tratados podrán tener una vida normal, aunque tendrán que realizar un seguimiento con un cardiólogo.