Bronquiolitis aguda
La bronquiolitis es una infección que hace que los pequeños conductos para respirar de los pulmones (bronquiolos) se inflamen y se acumule moco en ellos. Esto bloquea el flujo de aire haciendo que sea difícil respirar.
Ocurre con mayor frecuencia en los bebés porque sus vías respiratorias son más pequeñas y se ven bloqueadas con mayor facilidad que en niños mayores.
La bronquiolitis no es lo mismo que la bronquitis, que es una infección de las vías respiratorias más grandes y centrales que típicamente causa problemas en los adultos.
El virus respiratorio sincitial (VRS) es la causa más común de infecciones del sistema respiratorio inferior (bajo) en los bebés y en los niños pequeños, y es uno de los virus que causa los resfriados en los niños.
Cuando infecta a los pulmones y las vías respiratorias es, con frecuencia, responsable de la bronquiolitis y de la pulmonía o neumonía en los niños menores de un año. De hecho, la incidencia más alta de la enfermedad por el VRS ocurre en los bebés a partir de los dos hasta los ocho meses de edad.
Se da con mayor frecuencia entre los meses de octubre a marzo.
El virus respiratorio sincitial (VRS) es, también, la causa más común de hospitalización de los bebés menores de un año.
Síntomas
La bronquiolitis suele comenzar con los signos de un catarro. La infección puede permanecer en la nariz o extenderse a los oídos y a las vías respiratorias inferiores.
Los bebés y niños pequeños afectados por VRS pueden presentar:
- Tos.
- Fiebre.
- Congestión o goteo nasal.
- Cansancio durante las tomas o pérdida de apetito.
- Signos de dificultad respiratoria:
- Respiración irregular, rápida y superficial.
- Ensanchan sus fosas nasales y aprietan los músculos (tiraje)debajo de sus costillas para hacer que entre y salga más aire de sus pulmones.
- Al respirar, pueden quejarse y apretar sus músculos estomacales.
- Harán un sonido agudo como un silbido, llamado sibilancia, al exhalar el aire.
- Si se les hace muy difícil respirar, tal vez se note un tinte azulado alrededor de sus labios y en las puntas de sus dedos.
Tratamiento
El tratamiento de la bronquiolitis por VRS consiste, básicamente, en aliviar los síntomas. Los antibióticos, que tratan las bacterias, no son útiles, porque como hemos dicho, está causada por un virus.
Por tanto, es recomendable:
- Mantener al niño semi incorporado en la cama para que no se le acumulen las secreciones y pueda respirar mejor.
- Mantener una buena hidratación (que beba mucho líquido) para que no se deshidrate y que las secreciones estén bien fluidas.
- Lograr la descongestión nasal con un aspirador nasal o con gotas nasales con una solución salina suave, sobre todo antes de las comidas.
- Fraccionar las tomas, ofreciendo menos volumen, pero más frecuentemente, para que el niño no se canse.
- Es fundamental mantener la lactancia materna por su efecto protector.
Los casos graves se tratan en el hospital, para administrar oxígeno humidificado y medicamentos para ayudarles a respirar con más facilidad.
En total, el cuadro suele durar entre una semana y diez días, aunque la tos residual puede mantenerse incluso semanas.
Hay que tener presente que este virus no deja inmunidad en el niño; se puede infectar dos veces en una misma temporada y reinfectarse en años siguientes.
Prevención
El virus respiratorio sincitial (VRS) es muy contagioso. Se propaga si se entra en contacto directo con las secreciones de la nariz y la garganta de alguien que tenga la enfermedad. Esto puede suceder cuando otro niño o un adulto tosen o estornudan cerca y las diminutas gotitas que lanza al aire son inhaladas por el bebé. También a través de las manos u objetos que han quedado en contacto con personas infectadas y que luego tienen contacto con el bebé.
El virus puede vivir durante media hora o más en las manos e, igualmente, puede vivir hasta 5 horas en la ropa, pañuelos, juguetes o mobiliario.
La infección puede prevenirse con diferentes medidas:
- Lávese las manos con frecuencia antes de tocar al niño.
- Evite el contacto cercano con personas con síntomas de enfermedad respiratoria o fiebre con otros bebes enfermos.
- Cúbrase la nariz y la boca cuando tosa o estornude.
- Limpie y desinfecte las superficies y los objetos que hayan estado en contacto con personas infectadas.
- Utilice material de higiene exclusivo para el niño.
- Mantenga una buena ventilación de la casa.
- Si el niño está enfermo, debe dejar de asistir a la guardería o jardín de infancia, al menos por una semana, ya que es fuente de contagio de la enfermedad.
- Evite los ambientes cerrados y muy cargados o exponer a los bebés al humo del tabaco.