Somos la suma de cuatro hospitales: el General, el Infantil, el de la Mujer y el de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. Estamos ubicados en el Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, un parque sanitario de referencia internacional donde la asistencia es una rama imprescindible.
El paciente es el centro y el eje de nuestro sistema. Somos profesionales comprometidos con una asistencia de calidad y nuestra estructura organizativa rompe las fronteras tradicionales entre los servicios y los colectivos profesionales, con un modelo exclusivo de áreas de conocimiento.
¿Quieres saber cómo será tu estancia en el Hospital Universitario Vall d'Hebron? Aquí encontrarás toda la información.
La apuesta por la innovación nos permite estar en vanguardia de la medicina, proporcionando una asistencia de primer nivel y adaptada a las necesidades cambiantes de cada paciente.
El dolor es un fenómeno que engloba varias esferas: biomédica, psicológica y social. Se produce cuando el sistema de alarma del propio cuerpo avisa al cerebro de que hay peligro de sufrir una lesión, real o potencial.
Sentimos dolor cuando el cerebro “llega a la conclusión” de que está en peligro y tiene que hacer algo, que en algunas ocasiones consiste en activar el denominado “programa de dolor”. En este contexto, es clave descubrir por qué el cerebro llega a la conclusión de que hay una amenaza.
Sentir dolor no siempre significa que hay un daño o lesión. Podemos sentirlo sin que haya daño. Por ejemplo, cuando vemos que nuestro hijo se cae y se hace daño. Pero también puedes tener daño sin dolor; ¿alguna vez te ha salido un cardenal y no recuerdas cuándo te lo has hecho?
La intensidad del dolor no está relacionada con la cantidad de daño que hayan podido sufrir los tejidos. ¿Un mismo golpe duele siempre igual? ¿Los puntos de una cesárea duelen siempre igual?
El dolor lo genera el cerebro, no se encuentra en los tejidos. En el cuerpo tenemos “sensores de peligro” que envían señales al cerebro, que usa la información y otros factores para decidir si activa el programa de dolor a o la fatiga.
El cerebro siempre es quien decide qué genera y qué no genera dolor. En el 100 % de los casos, si cree que está amenazado lo decidirá en función de varias variables: contexto, experiencias previas, creencias, emociones, etc.
Los pacientes con fibromialgia y síndrome de fatiga crónica pueden llegar a experimentar más dolor del habitual o dolor ante estímulos que no suelen generarlo, como una caricia.
Estos procesos se producen porque el cerebro activa el programa de dolor o fatiga para proteger al individuo del peligro que cree que hay, incluso cuando en realidad no existe, ya que el cerebro interpreta de forma errónea la realidad.
El dolor siempre es real, no se provoca conscientemente, ni se inventa, ni es producto de la imaginación. No es un problema psicológico. Quien sufre fibromialgia o fatiga crónica no es responsable de ello; pero sí de implicarse en el tratamiento con estrategias activas.
El primer paso hacia la mejoría es entender qué le pasa al cerebro y qué está causando el dolor. No dejes que el dolor guíe tu vida y condicione todo lo que podrías hacer.
La anemia es la manifestación de un trastorno en el que se produce una reducción de la cantidad de glóbulos rojos en sangre. Puede ocurrir por pérdida de estos o por disminución de su producción en la médula ósea por diferentes motivos, entre ellos el más frecuente es la falta de hierro necesario para producir la hemoglobina, proteína rica en hierro que da a la sangre su color rojo. Esta proteína permite a los glóbulos rojos transportar el oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo.
El organismo de los pacientes con anemia no recibe suficiente sangre rica en oxígeno. Como resultado, aparecen síntomas como la sensación de cansancio o de debilidad, así como mareo o dolor de cabeza, entre otros. Si no se trata, la anemia grave o prolongada puede causar lesiones en el corazón, el cerebro y otros órganos del cuerpo.
Es posible que el médico pregunte al paciente si tiene alguno de los signos o síntomas de la anemia o bien si ha tenido una enfermedad o problema de salud que pueda causarla.
Con el fin de dar las indicaciones precisas al médico y que este pueda realizar un diagnóstico rápido del caso, es necesario indicarle:
El tratamiento de la anemia depende del tipo, la causa y la gravedad de la enfermedad. Los tratamientos pueden consistir en:
El objetivo del tratamiento es aumentar la cantidad de oxígeno que la sangre puede transportar. Este aumento se consigue haciendo crecer la cifra de glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina. La hemoglobina es una proteína de los glóbulos rojos rica en hierro y que transporta oxígeno a las células del organismo.
Otro objetivo es tratar la enfermedad de fondo o la causa de la anemia.
Cambios en la alimentación y suplementos nutricionales:
La transfusión de sangre puede ser necesaria en ocasiones, aunque debe ser valorada por el médico.
Es posible prevenir episodios repetidos de ciertos tipos de anemia, especialmente los que se deben a la falta de hierro o de vitaminas. Si se realizan cambios en la alimentación o se toman suplementos recomendados por el médico se puede evitar que estos tipos de anemia vuelvan a aparecer.
El tratamiento de la causa puede prevenir la anemia (o evitar que se repita). Por ejemplo, si un medicamento está causando anemia al paciente, el médico puede recetarle otro tipo de medicina.
Para evitar que la anemia empeore, es necesario que los pacientes expliquen con detalle al médico todos sus signos y síntomas. También se recomienda preguntar qué pruebas se deben hacer y cumplir el plan de tratamiento.
Algunos tipos de anemias hereditarias, como la anemia de células falciformes, no se pueden prevenir. En el caso de sufrir una anemia hereditaria, es necesario que las personas pacientes consulten a su médico sobre el tratamiento y la atención continua que necesitan.
Los niños y adolescentes con TDAH pueden presentar serias dificultades en su rendimiento académico. En este sentido, el tratamiento multimodal es el que ofrece mejor resultados. Esto supone coordinar tratamientos de tipo farmacológico, psicológico y psicopedagógico.
Los padres y los tutores serán claves para ayudar a minimizar los síntomas y los efectos de los mismos en el rendimiento académico. A continuación se ofrecen algunos consejos tanto para los padres como para la escuela, con el fin de mejorar su aprendizaje.
Los riñones se benefician de una dieta saludable, de un consumo relativamente abundante de agua y de la abstención del tabaco. También son básicos unos buenos hábitos regulares en la defecación y en la micción. El estreñimiento y aguantar la necesidad de orinar son hábitos que perjudican el normal funcionamiento de los riñones. El consumo de agua pura, sin ninguna sustancia en solución, aparte de las que constituyen alimento como la leche, el caldo y de las infusiones como el café o el té, son necesarias para el buen funcionamiento renal. La cantidad de orina que emite una persona sana es variable dependiendo de la cantidad de agua que beba, de la temperatura ambiental, de que esté en reposo, haga ejercicio, etc. Normalmente, en el caso de una persona adulta sana, se sitúa entre 1 y 2 litros por día. No necesariamente se mejora el funcionamiento renal con un exceso de agua.
El ejercicio y una dieta rica en fibra favorecen unos hábitos en la micción y en las deposiciones que mejoran la función renal. En el caso de enfermedades asociadas, como es el caso muy frecuente de la diabetes, el buen control metabólico de la diabetes es esencial para el mantenimiento de la función renal. El control de la tensión arterial, que muchas veces tiene un origen no conocido, es básico también para el mantenimiento de la función renal.
El estado inmune de una persona depende de su salud general: nutrición adecuada, evitar exposiciones a humo de tabaco y productos químicos, en la medida en que sea posible. En la primera infancia, las vacunas e inmunizaciones prescritas en el calendario vacunal ayudan a constituir un sistema inmune competente.
En el caso de las inmunodeficiencias primarias, es importante su detección. La presunción se hace por la presencia de enfermedades infecciosas frecuentes. Las inmunodeficiencias secundarias se producen en el curso del tratamiento de una neoplasia o también en los pacientes trasplantados que deben tomar medicación inmunosupresora de por vida.
En el caso de las enfermedades autoinmunes, es necesario seguir la medicación, también muchas veces de por vida, y evitar el frío y el sol excesivos que son desencadenantes de la manifestación autoinmune. En el caso de las afectaciones de las articulaciones o musculatura, es necesario seguir los consejos de rehabilitación específicos para mantener la funcionalidad de los órganos afectados.
En el caso de un déficit inmunitario, la administración de gammaglobulinas (proteínas de la sangre encargadas de nuestra defensa) puede tener un papel importante. Cuando la deficiencia inmunitaria está en las células de defensa no hay beneficio con el uso de gammaglobulinas, en cambio los antibióticos pueden impedir o reducir las infecciones que se pueden sufrir.
En el caso de las enfermedades por exceso o mala regulación de la respuesta inmune, se utilizan antiinflamatorios y fármacos que frenan la inmunidad por diferentes vías. Cabe mencionar los corticoides y los llamados fármacos biológicos, que son proteínas dirigidas a bloquear una vía de activación de la inmunidad o de la inflamación. También otros fármacos tienen acción beneficiosa para un mecanismo poco claro, como pueden ser los medicamentos que se usan para tratar el paludismo.
Hay dos aspectos básicos en la prevención, detección y tratamiento de las enfermedades cognitivo-conductuales: la observación de los padres y la observación del pediatra del niño o niña. De aquí la importancia de las visitas rutinarias al pediatra.
Durante el primer año de la vida es fundamental la estimulación a través del juego y del canto. La plasticidad del cerebro para aprender durante el primer año es superior a todas las otras etapas de la vida y el peso del cerebro crece de manera exponencial. Los estímulos son esenciales, tanto sonreír como la movilización pasiva de las extremidades ya se dan de manera natural con el juego. La observación del niño o niña también es importante para ver qué áreas hay que trabajar más, enseñarle a voltear sobre si mismo, a gatear o a andar.
En caso de duda o de encontrar una alteración con significación, hará falta un enfoque multidisciplinario para establecer el diagnóstico y la terapéutica adecuada lo antes posible.
El tratamiento de los trastornos cognitivo depende de la enfermedad detectada. En el caso de las enfermedades genéticas, un tratamiento específico no es posible muchas veces, pero siempre es necesario el análisis y la detección precoz.
En el caso de las enfermedades metabólicas hay dietas o fármacos específicos dirigidos a corregir totalmente o en parte el trastorno metabólico detectado.
La ultrasequenciación del genoma humano permite actualmente detectar centenares de alteraciones genéticas con una pequeña muestra de sangre, de la que se extrae la información genética. Hay bases de datos en todos los países desarrollados que trabajan en red compartiendo información, para agrupar casos esporádicos de todo el mundo, para la investigación conjunta de la traducción que esta alteración tiene en el comportamiento o el aprendizaje de la persona.
Así mismo, el estudio bioquímico de las vías metabólicas del organismo cada vez es más completo y esto permite diseñar fármacos específicos para cada situación.
Un cambio de tratamiento, actualmente en desarrollo, es el paso de la pastilla a la célula, en el sentido de trabajar sobre la célula afectada para modificar su comportamiento. Esta aproximación es muy preliminar, pero es un campo que tendrá un gran desarrollo en el futuro.
El ejercicio físico de poca intensidad, practicado de manera regular y continuada -como por ejemplo caminar entre media y una hora cada día ayuda a preservar las funciones motoras automáticas y semiautomáticas.
Caminar comparte dos vertientes de voluntad y automatismo en el movimiento. El movimiento voluntario sería el dar los pasos. Y otros como el braceo, posición del pie en dar el paso, posición de la cabeza y del cuello etc, tienen un importante componente involuntario.
Todos los movimientos del cuerpo se benefician del ejercicio. Las capacidades motrices que todos tenemos y que nos parecen fáciles y permanentes en el tiempo, no son para siempre. Un determinado movimiento, como puede ser tocar el suelo con los dedos con las piernas estiradas, se pierde con el tiempo si no se practica.
Necesitamos un mantenimiento constante, de poca intensidad pero sostenido en el tiempo, para disfrutar a lo largo de la vida de las posibilidades de nuestro cuerpo.
La gastroenteritis es una infección que provoca diarrea, es decir, un aumento de las deposiciones que, además, son más blandas. Habitualmente puede ir acompañada de vómitos, fiebre y dolor de barriga.
Cada vez que los niños tienen diarreas o vomitan pierden líquidos y los tienen que recuperar bebiendo, lo que se denomina "por vía oral". Para conseguirlo, se pueden usar sueros hiposódicos.
Si vomita con facilidad, es necesario que se tome el suero hiposódico poco a poco (una cucharada cada 5 minutos). Y si no vomita, hay que ir aumentando la cantidad progresivamente.
Cuando no vomite, se le deben ofrecer pequeñas cantidades de comida. Nunca se le tiene que forzar a que coma y la aportación de líquidos debe continuar entre las comidas.
El niño no tiene que estar en ayuno. Hay que ir ofreciéndole comida sin forzarlo. Normalmente los niños con gastroenteritis no tienen mucha hambre. En caso de lactancia materna, hay que aumentar el número de tomas. Los biberones de leche se deben seguir preparando con las dosis habituales, no se tienen que diluir.
Por otra parte, la dieta astringente no es imprescindible, con una alimentación suave, que le apetezca, es suficiente. Los alimentos que toleran mejor son los cereales, arroz y trigo; la patata; el pan; la carne magra; la verdura; el pescado; el yogur y la fruta. Hay que evitar los alimentos flatulentos, con mucha grasa y azúcar.
Para reponer el líquido perdido, no utilizar soluciones caseras, ni refrescos comerciales. Son recomendables las soluciones preparadas para la rehidratación.
No administrar medicamentos para los vómitos o la diarrea sin consultarlo con un pediatra.
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva.
Actualmente, el alzhéimer es la forma más común de demencias en las personas mayores. Habitualmente, las familias de las personas con esta enfermedad se tienen que adaptar a una nueva situación. Si cuidas de una persona enferma de alzhéimer, te ofrecemos unas recomendaciones:
Esta enfermedad se manifiesta con el deterioro cognitivo de la persona y trastornos de su conducta, hecho que genera una gran dependencia. En la mayor parte de los casos, la familia es quien se encarga de la persona enferma y dentro del ámbito familiar, en el 76% de los casos, es la mujer la responsable. Si cuidas de una persona enferma de alzhéimer, ten en cuenta estas recomendaciones:
La migraña es un tipo de dolor de cabeza crónico que se caracteriza por episodios repetidos de gran intensidad que pueden impedir a la persona afectada desarrollar sus actividades diarias. Se trata de una enfermedad muy discapacitante.
La Organización Mundial de la Salud considera que un día con esta enfermedad es tan discapacitante como la tetraparesia, y se considera la séptima enfermedad más discapacitante, con respecto a años perdidos, por el padecimiento y por la ausencia de productividad.
Aprender cómo funciona un cerebro migrañoso, cómo se manifiesta la migraña, qué nos hace estar más predispuestos a sufrir los ataques o por qué nos duele la cabeza, es fundamental para el manejo de esta propensión a sufrirla.
Para el manejo de la enfermedad es conveniente elaborar un calendario con los días y las escalas que cuantifican la discapacidad y el impacto de la migraña en la vida de las personas pacientes. Con estos registros el personal médico tiene datos valiosos que le permiten aconsejar el mejor tratamiento para la persona afectada.
El calendario de migrañas permite:
En la web www.midolordecabeza.org encontrarás, además de calendarios en línea que puedes rellenar, otros pacientes, familias y médicos interesados en aprender sobre la migraña y otros tipos de cefalea. Además, también hay diversos recursos para controlar y gestionar mejor las migrañas, con consejos y blogs, así como un foro donde compartir experiencias.
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