Somos la suma de cuatro hospitales: el General, el Infantil, el de la Mujer y el de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. Estamos ubicados en el Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, un parque sanitario de referencia internacional donde la asistencia es una rama imprescindible.
El paciente es el centro y el eje de nuestro sistema. Somos profesionales comprometidos con una asistencia de calidad y nuestra estructura organizativa rompe las fronteras tradicionales entre los servicios y los colectivos profesionales, con un modelo exclusivo de áreas de conocimiento.
¿Quieres saber cómo será tu estancia en el Hospital Universitario Vall d'Hebron? Aquí encontrarás toda la información.
La apuesta por la innovación nos permite estar en vanguardia de la medicina, proporcionando una asistencia de primer nivel y adaptada a las necesidades cambiantes de cada paciente.
El objetivo del electrocardiograma es determinar cualquier daño en el corazón y los efectos de medicaciones y aparatos sobre el órgano principal del aparato circulatorio, además de ser de gran utilidad para detectar y analizar arritmias cardíacas, episodios agudos de la enfermedad coronaria y el infarto de miocardio. También se puede usar en las exploraciones preoperatorias, especialmente en intervenciones quirúrgicas de complejidad media y alta, si existen factores de riesgo como cardiopatías isquémicas, diabetes, ictus, insuficiencia cardíaca o disfunción renal.
Para hacer la prueba, el profesional sanitario conecta los cables del electrocardiógrafo a la piel del paciente mediante unos adhesivos o ventosas llamados electrodos, que se conectan a los tobillos, las muñecas y el pecho, para recoger los impulsos eléctricos de diferentes partes del cuerpo.
Durante el electrocardiograma, el paciente tiene que estar tumbado, relajado y sin hablar, mantener un ritmo respiratorio normal y con los brazos y piernas inmóviles. A veces, el médico puede pedir a los pacientes que aguanten la respiración durante unos segundos.
El electrocardiógrafo registra la actividad eléctrica desde la superficie del corazón, gracias a unos electrodos que se enganchan al cuerpo. Este registro de la actividad eléctrica queda dibujado en un papel que tiene que ser interpretado por un profesional en función de los síntomas y la historia clínica de los pacientes.
Se trata de una prueba sencilla y rápida que no produce ninguna molestia ni dolor. Además, no supone ningún riesgo para los pacientes.
El virus respiratorio sincicial (VRS) es el responsable del 75% de los casos de bronquiolitis diagnosticados durante el periodo epidémico, es decir, de octubre a abril. Los principales síntomas son la dificultad respiratoria y la existencia de sibilancias audibles. Aunque se trata de un virus altamente contagioso, existen una serie de medidas preventivas de alta eficacia.
La bronquiolitis aguda es una infección del tracto respiratorio inferior habitual en niños menores de dos años. Esta infección, producida por el VRS, se manifiesta con síntomas catarrales leves o moderadas, aunque si no se trata, puede ir progresando y provocar cuadros graves de bronquiolitis o neumonías.
Los síntomas de la bronquiolitis aguda pueden variar según la edad de la persona paciente:
La transmisión del virus se puede producir por dos vías:
Las medidas preventivas para evitar la transmisión de este virus son:
La hospitalización es más habitual en los niños que pertenecen a grupos de alto riesgo:
En los casos anteriores se aconseja administrar una profilaxis con palivizumab, puesto que está comprobado que reduce las hospitalizaciones por VRS.
Las cardiopatías congénitas son malformaciones estructurales y/o de funcionamiento del corazón presentes en el momento del nacimiento. En la gran mayoría de los casos se desconocen sus causas. Este tipo de cardiopatías son múltiples y variadas, y sus signos y síntomas son variados: van desde las asintomáticas, que no requieren tratamiento específico, hasta las severas, que precisan cirugía durante los primeros días de vida.
¿Qué debes tener en cuenta si cuidas de un niño con cardiopatía congénita?
Para una mejora de la calidad de vida de los niños con cardiopatías congénitas se recomienda seguir estas pautas y hábitos cotidianos.
El corazón está formado por cuatro cavidades, dos aurículas y dos ventrículos. Las aurículas están separadas entre sí por un tabique interauricular y los ventrículos, por un tabique interventricular. Entre la aurícula y el ventrículo hay una válvula llamada auriculoventricular. A las aurículas llegan las venas y de los ventrículos salen las grandes arterias. Entre el ventrículo y su salida arterial existe una válvula llamada semilunar. El corazón se divide en corazón derecho e izquierdo.
Por las venas cavas a la aurícula derecha le llega la sangre no oxigenada de la cabeza y los brazos (vena cava superior) y del abdomen y las piernas (vena cava inferior). Esta sangre pasa al ventrículo derecho a través de la válvula tricúspide. El ventrículo derecho bombea esta sangre, a través de la válvula pulmonar, hacia los pulmones mediante las arterias pulmonares, que es donde la sangre se oxigena.
Esta sangre vuelve oxigenada por las venas pulmonares hasta la aurícula izquierda. Desde la aurícula izquierda se dirige al ventrículo izquierdo a través de la válvula mitral. El ventrículo izquierdo bombea la sangre a la aorta a través de la válvula aórtica para distribuirla por todos los órganos y tejidos del cuerpo.
El corazón está irrigado por las arterias coronarias, derecha e izquierda. Estas arterias coronarias se ramifican en varias arterias más pequeñas para llevar sangre oxigenada a todo el tejido cardíaco.
El corazón se contrae debido a un estímulo eléctrico desencadenado por el sistema de conducción. El sistema de conducción está formado por una serie de células que tienen la capacidad de crear este estímulo y determinar la frecuencia cardíaca. Este estímulo se inicia en el nódulo sinoauricular que se encuentra en la entrada de la vena cava superior, en la aurícula derecha. Dicho estímulo hace que se contraiga la aurícula. Posteriormente este estímulo se propaga al ventrículo atravesando otra estructura denominada “nódulo auriculoventricular”. Este sistema de conducción es capaz de aumentar el ritmo del corazón cuando sea necesario, como por ejemplo cuando se hace ejercicio, se tiene fiebre, se sienten emociones..., o disminuirlo, cuando se duerme. Este sistema está regulado por la acción de varias hormonas o como respuesta a estímulos nerviosos del plexo cardíaco.
El ciclo cardíaco tiene dos fases: sístole y diástole. En la sístole el corazón se contrae para enviar la sangre hacia las grandes arterias y durante la diástole se relaja para llenarse de sangre para la eyección posterior.
La ablación cardiaca es un procedimiento que se utiliza para solucionar las alteraciones en el ritmo cardiaco. Después de la intervención y una vez que haya recibido el alta, el niño o la niña tiene que continuar con loscuidados.
Antes de marcharse, el equipo médico y de enfermería dará a la familia las pautas y recomendaciones a seguir para el proceso de recuperación.
Es necesario tener en cuenta las recomendaciones siguientes:
El niño o la niña se puede duchar 24 horas después del procedimiento. Los baños de inmersión se pueden realizar a partir de los 7 o 10 días, cuando la zona de la punción esté totalmente curada.
Durante los 3 o 4 primeros días en casa, se tiene que limpiar la herida cada día con agua y jabón y aplicar un poco de antiséptico. Se recomienda la clorhexidina acuosa al 2 %. Después, hay que tapar la zona con un apósito de tela.
La niña o el niño debe descansar en casa durante 3 o 4 días. No tiene que hacer ejercicios bruscos, como subir escaleras, ni estar de pie durante mucho rato. Una vez que hayan pasado estos días, puedevolver a la escuela.
El niño o la niña puede llevar una vida normal, pero sin hacer deporte hasta al cabo de dos semanas del procedimiento. En verano, se puede bañar en la playa o en la piscina cuando hayan pasado 10 días de la intervención.
La niña o el niño puede seguir la dieta habitual. Debe ser completa y variada.
Los primeros días, se tienen que controlar los aspectos siguientes:
Realizar un seguimiento del punto de punción. Si se pone rojo o supura, o si el niño o la niña tiene fiebre, es necesario consultarlo con el centro sanitario de referencia.
Es normal que aparezca un pequeño hematoma en la zona de la punción. Si la masa es grande, es un signo de hemorragia. Puede causar dolor y malestar en la niña o el niño. En este caso, hay que consultar también al médico o a la médica de referencia.
En la zona de la punción, en la espalda o en el abdomenpuede aparecer dolor punzante, de poca intensidad y duración. Suele disminuir con el paso de los días y se puede controlar con analgésicos convencionales. Es frecuente y no es un motivo de preocupación.
Si se trata de un dolor más intenso y prolongado, se debe consultar con el equipo médico para evitar posibles complicaciones.
Si la temperatura del niño o la niña sube, hay que consultarlo con el centro sanitario de referencia.
Los días siguientes a la ablación, el niño o la niña puede sentir el latido del corazón más fuerte. Es normal y desaparece con el paso de los días.
Es necesario seguir el tratamiento prescrito y las recomendaciones de los equipos de cardiología y de enfermería.
Menudos corazones
La enfermedad de Kawasaki es una afección poco común que provoca inflamación de los vasos sanguíneos. Habitualmente se presenta en lactantes y niños pequeños de edad inferior a 5 años.
El diagnóstico se basa en la clínica. El tratamiento consiste en la administración de aspirina y de gammaglobulina intravenosa (IGIV).
Para evitar posibles secuelas cardíacas tenemos que hacer un diagnóstico precoz y un tratamiento correcto.
La enfermedad de Kawasaki es una vasculitis sistémica que afecta los vasos sanguíneos de pequeño y mediano calibre, siendo su principal complicación la formación de aneurismas de las arterias coronarias. Es un proceso inflamatorio agudo y autolimitado.
1. Evitar el uso de jabón ya que reseca más la piel. Utilizar ropa suave, de franela o algodón
2. Hacer masajes en la piel con crema hidratante neutra.
3. Evitar que el niño/niña se roce los ojos y protegerlos de la luz por la fotosensibilidad.
4. Permitir al niño/niña periodos de reposo puesto que reduce la irritabilidad.
5. Aplicar ejercicios pasivos con juguetes blandos y juegos tranquilos.
La malaltia de Kawasaki és la primera causa de cardiopatia adquirida en nens de països desenvolupats. S'observa major incidència de la malaltia en els països asiàtics, però actualment té una distribució universal i està present en totes les races. Es presenta amb major freqüència en classe socioeconòmica mitjana i alta, i a les estacions climatològiques d'hivern i primavera.
El diagnóstico de la enfermedad de Kawasaki requiere la presencia de fiebre durante 5 días conjuntamente con 4 criterios o bien la presencia de fiebre conjuntamente con 3 criterios si no hay otra causa. Los criterios son: inyección conjuntival bilateral; alteración de las mucosas labiales y/o faringea o lengua “aframbuesada”; cambios en las manos y los pies; erupción cutánea; ganglio cervical de más de 1,5cm.
No existe ninguna prueba de laboratorio específica para hacer el diagnóstico de esta patología.
Debido a que la enfermedad de Kawasaki tiene síntomas inespecíficos y comunes a otras patologías, se tiene que hacer un diagnóstico diferencial con el fin de adecuar correctamente el tratamiento.
El objetivo terapéutico es disminuir la inflamación de las arterias coronarias del miocardio, paliar la sintomatología y prevenir la trombosis mediante la inhibición de la agregación plaquetária. Las inmunoglobulinas intravenosas permiten curar la enfermedad en la mayoría de los casos y evitar el desarrollo de secuelas cardíacas. Además, se hace tratamiento con ácido acetilsalicílico por su acción antitrombótica.
El tratamiento con gammaglobulina es eficaz en la reducción de los síntomas y el desarrollo de aneurismas coronarios. Es importante empezar la administración de este tratamiento entre el quinto y el décimo día de la enfermedad.
Las enfermedades minoritarias son las que afectan entre un 6% y un 10% de la población. Se calcula que en el mundo hay más de 7.000 enfermedades diferentes. La mayoría de ellas tienen una base genética, son enfermedades crónicas que afectan varios órganos y sistemas de nuestro cuerpo y pueden afectar a las habilidades físicas, mentales o sociales. El diagnóstico puede ser difícil y los tratamientos son, en muchos casos, con medicamentos huérfanos, el acceso a los cuales es restringido.
La complejidad de la mayoría de enfermedades minoritarias hace que requieran una atención multidisciplinaria con profesionales expertos de diferentes especialidades médicas, una gestión personalizada en el ámbito de enfermería, apoyo psicológico y también de trabajo social, entre otros.
En Vall d'Hebron hay más de 200 profesionales especialistas dedicados a la atención de más de 40.000 pacientes con enfermedades minoritarias. Somos uno de los hospitales del Estado español que trata más patologías y uno de los hospitales líderes de Europa en este campo. En 2025, formamos parte de 20 redes europeas de referencia en enfermedades minoritarias (ERN), de 43 centros de referencia españoles (CSUR) y de las 12 redes de experiencia clínica del Departamento de Salud (XUEC). Esto convierte este hospital en un centro altamente especializado para atender este tipo de enfermedades ante todo el proceso de vida, desde el nacimiento hasta la edad adulta del paciente, a través de un sistema en red que permite compartir recursos y conocimientos con otros hospitales y centros del territorio.
Los profesionales de las diferentes unidades y centros tienen como objetivo mejorar el acceso de los pacientes a un diagnóstico, una información y una atención individualizada así como apoyar en la investigación intermediando:
La Comisión de Enfermedades minoritarias tiene como objetivos: establecer en el hospital un marco común de actuación de la atención a las MM, identificar y alinear las diferentes iniciativas (asistenciales, formativas y de investigación), desplegar las líneas de actuación priorizadas, monitorizar y evaluar los resultados de la atención a las MM, para proponer e implementar actuaciones de mejora.
La concentración de pacientes con enfermedades minoritarias permite aumentar el conocimiento y favorece la investigación. Nuestro instituto de Investigación (VHIR) es líder tanto en investigación básica como clínica. Más de 14 grupos de investigación básica es dedicando al estudio de enfermedades minoritarias para favorecer el diagnóstico y encontrar nuevas aproximaciones terapéuticas. Somos el centro del territorio español con el número más grande de ensayos clínicos en medicamentos huérfanos, incluyendo terapias génicas y disponemos de una unidad referente en el desarrollo de terapias avanzadas.
Para más información, podéis contactar con el equipo de enfermedades minoritarias a través de la siguiente dirección de correo electrónico: minoritaries@vallhebron.cat
Las enfermedades metabólicas hereditarias (EMH) son un grupo de enfermedades genéticas de baja prevalencia. El defecto genético provoca la alteración de una proteína que participa en alguna de las vías del metabolismo y provoca un bloqueo en la vía afectada. Como consecuencia, se produce un cúmulo de sustancias que pueden ser tóxicas para el organismo, así como la deficiencia de otras que son necesarias.
Las enfermedades metabólicas hereditarias (EMH) son enfermedades crónicas, multisistémicas y progresivas que se pueden presentar a cualquier edad de la vida y que, en la mayoría de casos, suponen unos retos diagnósticos y terapéuticos. Nuestra unidad tiene el reconocimiento del centro de referencia estatal (CSUR) y europeo (ERN) para esta patología y forma parte del programa de cribado neonatal ampliado en Cataluña. Somos el único centro con atención integral desde la edad pediátrica hasta la edad adulta en Cataluña con especial experiencia en las enfermedades lisosomales.
Las EMH se diferencian entre:
La afectación es multisistémica e incluye a diferentes órganos y sistemas con expresión variable en función de la enfermedad y la edad. Requieren una atención coordinada y un programa de transición a la edad adulta.
Muchas de ellas se presentan en la edad pediátrica con retraso del crecimiento y retraso en el desarrollo psicomotor. Pueden asociar cardiopatía, afectación renal y episodios de descompensación en los que presentan fallos hepáticos o renales y empeoramiento neurológico. En el caso de las enfermedades de los orgánulos, los síntomas son crónicos y afectan más a los huesos y órganos de los sentidos. La aparición en adultos es más frecuente que las del metabolismo intermediario.
El diagnóstico se hace por medio de:
Son enfermedades crónicas que tienen que ser tratadas en centros especializados con equipos multidisciplinares para dar apoyo a todos los problemas.
En función del tipo de enfermedad pueden requerir:
La prevención pasa por un buen asesoramiento genético y reproductivo en caso de antecedentes familiares. El diagnóstico precoz de algunas enfermedades por medio del programa de cribado neonatal permite un tratamiento efectivo y una mejora del pronóstico.
El término corazón univentricular engloba un amplio rango de alteraciones cardíacas que se caracterizan por el hecho de que un solo ventrículo soporta la circulación sistémica y la pulmonar.
La presentación clínica y el posterior tratamiento vienen determinados por la cantidad de flujo que llega a los pulmones. En función de ello, se pueden distinguir dos grupos:
La ecocardiografía es la herramienta más importante para definir la anatomía del corazón y los grandes vasos en los pacientes con ventrículo único.
La derivación cavopulmonar total o circulación de Fontan se consigue con una serie de intervenciones por etapas:
Una vez realizado este tratamiento la evolución es muy buena. La supervivencia se sitúa en un 90 % a los 10 años y en un 85 % a los 15 años.
En algunos casos se requiere un trasplante cardíaco a largo plazo por mala función.
La atresia pulmonar con comunicación intraventricular es una cardiopatía que se caracteriza por la ausencia de conexión entre el ventrículo derecho y las arterias pulmonares.
Es una cardiopatía congénita poco frecuente que se caracteriza por la ausencia de conexión entre el ventrículo derecho y las arterias pulmonares. Es una variedad extrema de la tetralogía de Fallot en la que la sangre que llega a los pulmones para oxigenarse lo hace sin pasar por el corazón.
La sangre puede llegar a los pulmones a través de sus propias arterias pulmonares, que estarán desconectadas del corazón, o a través de las arterias colaterales, unas arterias que nacen de la aorta torácica y que irrigan directamente el pulmón. Se trata de vasos con anatomía muy variable, que hay que estudiar en cada niño.
Esta enfermedad es muy heterogénea, con respecto a la variabilidad que presentan las arterias pulmonares. Se pueden diferenciar diversos grupos:
El pronóstico de esta enfermedad depende del crecimiento de sus ramas pulmonares para poder hacer la corrección mediante cirugía.
Es una cardiopatía congénita poco frecuente, ya que corresponde a entre el 1% y el -2% de todas las cardiopatías congénitas.
En la mayoría de casos, el diagnóstico se realiza mediante el estudio ecocardiográfico fetal. En esta ecografía se observa la ausencia de conexión entre el corazón y las arterias pulmonares, así como la presencia de CIV. Por medio de esta prueba también se valoran el tamaño y la posición de las arterias pulmonares.
Cuando el bebé nace, presenta una cantidad de oxígeno, que se denomina saturación, en la sangre inferior a lo que es habitual, entre un 80-90 %, aunque es una cantidad suficiente para el desarrollo normal del bebé.
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