Somos la suma de cuatro hospitales: el General, el Infantil, el de la Mujer y el de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. Estamos ubicados en el Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, un parque sanitario de referencia internacional donde la asistencia es una rama imprescindible.
El paciente es el centro y el eje de nuestro sistema. Somos profesionales comprometidos con una asistencia de calidad y nuestra estructura organizativa rompe las fronteras tradicionales entre los servicios y los colectivos profesionales, con un modelo exclusivo de áreas de conocimiento.
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La apuesta por la innovación nos permite estar en vanguardia de la medicina, proporcionando una asistencia de primer nivel y adaptada a las necesidades cambiantes de cada paciente.
Este síndrome es uno de los trastornos gastrointestinales más frecuentes en la consulta de gastroenterología. Se caracteriza por la presencia de dolor abdominal crónico asociado a cambios en el hábito deposicional, en forma de diarrea o estreñimiento. Es frecuente en mujeres jóvenes y tiene una repercusión personal, sanitaria, económica y social muy importante.
Las evidencias científicas aportadas en los últimos años sugieren que en su desarrollo hay implicados múltiples factores de diversa índole:
Actualmente se considera un trastorno resultante de un desequilibrio en el eje cerebro-intestino-microbiota. Este desequilibrio afecta negativamente a la función de la barrera intestinal y activa el sistema inmunitario y nervioso del aparato digestivo, hecho que genera una hipersensibilidad visceral y alteración motora.
Los síntomas más frecuentes son:
Se clasifica en función de la consistencia:
La prevalencia encontrada en el Estado español es del 7,8 % y, en nuestra sociedad, la relación mujer/hombre es de 2: 1. El SII supone entre el 10 y el 15 % de las consultas de atención primaria y entre el 25 y el 30 % de los pacientes derivados a las consultas de gastroenterología. Más de la mitad de los pacientes están afectados por otros cuadros de dolor, como la fibromialgia, el dolor de cabeza o el dolor pélvico, pero también otras enfermedades digestivas como la dispepsia o por trastornos de ansiedad y de depresión.
Se establece a partir del cumplimiento de una serie de criterios clínicos basados en los síntomas y en la exclusión de otras entidades orgánicas que actúen de manera similar.
Los criterios diagnósticos se han establecido en consensos médicos y en comités de expertos y se conocen como los criterios de Roma IV. Para hacer el diagnóstico se necesita:
A la hora de decidir el tratamiento, es importante que el paciente entienda el curso crónico y fluctuante de la enfermedad. Para elaborar un tratamiento adecuado, el médico tiene que identificar las causas dietéticas y psicosociales.
Actualmente empezamos a tener tratamientos específicos para el SII como la linaclotida, la eluxadolina o la lubiprostona, pero no todos están disponibles en nuestro país. También disponemos de múltiples tratamientos destinados al control de los síntomas, como los antiespasmódicos, los laxantes o los antidiarreicos.
La enfermedad de Chagas es una infección que produce el parásito Trypanosma cruzi, que se transmite por la picadura de un vector (chinche). Otras vías por las se puede transmitir es a través de la madre a su hijo (transmisión vertical), por transfusión de sangre, por trasplante de órganos de donantes infectados o por ingesta de alimentos contaminados con el parásito. De momento, se ha conseguido reducir el número de casos nuevos mediante políticas para eliminar el vector en los países endémicos, así como protocolos de cribado de donantes de sangre, de órganos y en las mujeres embarazadas. Los retos de futuro para curar la patología son mantener y aumentar estas medidas, además de desarrollar nuevos marcadores de evolución y respuesta al tratamiento de pacientes en fase crónica y de fármacos nuevos para atender la enfermedad.
La enfermedad de Chagas es endémica de América Latina y es un reto para la salud mundial a raíz de los movimientos migratorios desde países de la región. Principalmente, la transmisión de la picadura del chinche se da en Bolivia, donde encontramos el número más elevado de casos. Además, también hay contagios en el noroeste de Argentina, Perú, Paraguay, Ecuador, Nicaragua y el sur de México. Fuera de estas áreas, la vía de transmisión más frecuente es la de madre a hijo.
La mayoría de pacientes con enfermedad de Chagas son asintomáticos, es decir, que no presentan síntomas, lo que dificulta la detección. La enfermedad se desarrolla en dos fases:
Esta enfermedad afecta a entre seis y siete millones de personas, pero se estima que en torno a 60 millones están en riesgo de infección. En Cataluña hay unos 11.000 casos.
Actualmente, hay dos fármacos que sirven para tratar la enfermedad de Chagas: Benznidazol y Nifurtimox. En caso de que se desarrolle una enfermedad cardíaca y/o digestiva se necesitará un tratamiento específico para estas complicaciones.
En el caso de Cataluña está el Protocolo de cribado y diagnóstico de enfermedad de Chagas en mujeres embarazadas latinoamericanas y en sus bebés desde el año 2011. Con este protocolo se detectan los posibles casos congénitos y al mismo tiempo se criban activamente las donaciones de sangre y de órganos entre los donantes.
De naturaleza autoinmunitaria, la enfermedad celíaca es la reacción, por predisposición genética, a la ingesta del gluten, una proteína presente en el trigo, el centeno, la cebada, la avena, la espelta, el kamut y el triticale. El hecho de ingerir gluten provoca a las personas celíacas una lesión en las vellosidades del intestino delgado que afecta a su capacidad de absorber los nutrientes de los alimentos (proteínas, carbohidratos, grasas, sales minerales y vitaminas). La celiaquía se puede presentar a cualquier edad y, aunque afecta a personas de todos los orígenes, parece que es más común entre las de raza blanca con antepasados provenientes del norte de Europa. Los estudios más recientes demuestran que esta enfermedad afecta aproximadamente a 1 de cada 100 personas y en la actualidad se considera que se trata de la enfermedad crónica intestinal más frecuente en el mundo occidental.
Aunque puede haber celíacos que no presenten síntomas, los más frecuentes son:
Se desconoce con exactitud por qué una persona desarrolla la enfermedad celíaca, pero se sabe a ciencia cierta que existen factores genéticos que predisponen a la persona a padecerla. Parece ser, sin embargo, que el componente genético no es determinante para que la enfermedad se llegue a desarrollar y que hacen falta también factores ambientales. A pesar de tener un origen genético, no se puede decir que sea una enfermedad hereditaria, aunque, si se compara con la población en general, el hecho de que una persona la sufra incrementa las posibilidades de que sus familiares la puedan sufrir. La probabilidad de sufrirla si algún familiar la tiene es del 10 %.
Los familiares de primer grado de pacientes celíacos y las personas con enfermedades asociadas, como la diabetes tipo I o las enfermedades autoinmunes, tienen más riesgo de padecerla.
La celiaquía se puede presentar a cualquier edad y es más frecuente en mujeres que en hombres. Su prevalencia en Cataluña es de 1 de cada 204 habitantes y se detecta con más frecuencia en niños que en adultos.
El proceso del diagnóstico se basa en la sospecha clínica o en el reconocimiento de alguno de los factores de riesgo. Se dispone de marcadores serológicos como los anticuerpos antitransglutaminasa o antipéptidos deaminados de gliadina. Si estos son positivos, se tiene que hacer una biopsia intestinal endoscópica para confirmar el diagnóstico.
También se pueden hacer estudios genéticos de HLA-DQ2 y HLA-DQ8 para identificar a las personas de riesgo.
Actualmente, el tratamiento de la enfermedad celíaca consiste en la eliminación completa y permanente del gluten de la dieta de los pacientes.
Los celíacos no pueden tomar productos alimenticios que contengan trigo, avena, cebada o centeno. En la mayoría de los casos se consigue una recuperación total y permanente de la lesión intestinal, siempre que no se vuelva a comer alimentos con gluten. Esta eliminación solo se recomienda a los pacientes con enfermedad celíaca o con sensibilidad no celíaca al gluten, por lo tanto, no es ni necesario ni recomendable que también lo elimine la población general.
Aparato Digestivo, Hospital General
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