Enfermedad de paget
Es la enfermedad ósea más frecuente después de la osteoporosis. Afecta a entre el 1,5 % y el 3 % de la población mayor de 65 años. Fue descrita por Sir James Paget en 1876. En esta enfermedad, el proceso natural de destrucción de hueso viejo y formación de hueso nuevo (denominada remodelado óseo) se ve alterado y desordenado. Como consecuencia, el hueso es frágil, aumenta de tamaño y presenta deformidad. Por eso, también recibe el nombre de osteítis deformante. Habitualmente afecta al cráneo, la columna y la pelvis. El riesgo de sufrir la enfermedad aumenta con la edad y es rara durante la juventud.
Causas
No se conoce con certeza la causa que la provoca, pero se sabe que tiene una importante carga genética y familiar, por eso aumenta la probabilidad de sufrirla si un familiar la padece. También podría estar asociada a la infección de los virus del sarampión y la rubéola.
Síntomas y diagnóstico
A menudo no produce síntomas. De hecho, el diagnóstico se suele hacer por un nivel de fosfatasa alcalina anormalmente alto o por hallazgos sugestivos en pruebas de imagen que se le hayan hecho al paciente por otros motivos. Sin embargo, puede causar dolor en la zona afectada que no mejora con el reposo por el aumento del hueso, así como enrojecimiento y calor a causa del incremento en el número de vasos sanguíneos en esa zona. Si afecta a una articulación, puede provocar artrosis. Si comprime raíces nerviosas, puede producir ciática o incluso sordera (si afecta al cráneo). También pueden producirse fracturas. Una complicación poco frecuente es la degeneración en cáncer de hueso (osteosarcoma).
La gammagrafía ósea es una técnica de medicina nuclear que revela qué huesos están afectados por la enfermedad.
Tratamiento
El tratamiento médico comprende fármacos para mejorar el dolor (analgésicos y antiinflamatorios) y fármacos que inhiben el remodelado óseo, como los bifosfonatos (zoledronato, alendronato), que se utilizan mucho en la osteoporosis. Son muy importantes las medidas para mejorar la calidad de vida, como por ejemplo utilizar un bastón si ha causado artrosis o audífonos si provoca sordera. Se valorará la cirugía en los casos en que un hueso o una articulación se haya visto muy afectada. En general, la enfermedad responde bien al tratamiento y tiene un buen pronóstico.