Síndrome de Sjögren
El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmunitaria crónica y sistémica, de causa desconocida, que causa como principales síntomas sequedad de boca (xerostomía) y ocular (xeroftalmía). En esta enfermedad, las células que forman nuestro sistema defensivo (sistema inmunitario) atacan estructuras propias, como las glándulas que mantienen húmedos los ojos y la boca, así como las glándulas de otras partes del organismo, lo que altera su función. Además, se pueden producir síntomas en otros órganos como el pulmón, las articulaciones o el sistema nervioso.
Los pacientes con síndrome de Sjögren presentan con frecuencia otras enfermedades relacionadas con un funcionamiento anómalo del sistema inmunitario, como el lupus eritematoso sistémico, la esclerodermia o la artritis reumatoide.
Síntomas
Los pacientes con síndrome de Sjögren presentan principalmente síntomas relacionados con una falta de producción de lágrima y saliva, lo que provoca sequedad de boca y ocular. Los síntomas principales que padecen los pacientes son una sensación de ardor y arena en los ojos, ojos enrojecidos, visión borrosa, necesidad de ingerir agua con frecuencia, dificultad para tragar alimentos secos y una mayor propensión a presentar caries y tener infecciones en la boca. Esta sequedad también puede afectar a la piel y al área vaginal, que provoca dolor en las relaciones sexuales. Otros síntomas que pueden presentar de forma frecuente los pacientes con síndrome de Sjögren son dolor articular o muscular y cansancio. Con menor frecuencia, pueden verse afectados otros órganos, como el pulmón, el riñón o las terminaciones nerviosas.
¿A quién afecta la enfermedad?
La enfermedad afecta sobre todo a mujeres de entre 40 y 60 años. Se estima que la frecuencia está entre un 0,5 % y un 3 % de la población.
¿Cómo se diagnostica?
No hay una única prueba que permita diagnosticar el síndrome de Sjögren. El diagnóstico de síndrome de Sjögren en un paciente que refiere sequedad de ojos y de boca se basa en pruebas que confirmen la existencia de un déficit de la producción de lágrima y saliva y que evidencien que esta sequedad se asocia a una alteración del sistema inmunitario.
Tratamiento habitual
El tratamiento del síndrome de Sjögren se basa fundamentalmente en medidas que alivien la sensación de sequedad que presenta el paciente. Este tratamiento incluye el uso de lágrimas artificiales, geles oculares, colirios, nebulizadores y pastillas para estimular la producción de saliva. En determinados pacientes, puede darse tratamiento oral para estimular la secreción glandular. En casos graves, cuando hay síntomas en otros órganos diferentes a las glándulas (pulmón, nervios periféricos, etc.) puede ser necesario administrar medicamentos que actúen disminuyendo la actividad del sistema inmunitario (fármacos inmunosupresores).
Pruebas más habituales
Los pacientes con síndrome de Sjögren deben someterse a una serie de exámenes oculares, análisis de sangre y orina y, en determinadas ocasiones, es necesario hacer una pequeña biopsia de la mucosa del labio para confirmar la existencia de inflamación en las glándulas productoras de saliva.
Fecha de modificación: 01.12.2022, 11:23