Somos la suma de cuatro hospitales: el General, el Infantil, el de la Mujer y el de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. Estamos ubicados en el Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, un parque sanitario de referencia internacional donde la asistencia es una rama imprescindible.
El paciente es el centro y el eje de nuestro sistema. Somos profesionales comprometidos con una asistencia de calidad y nuestra estructura organizativa rompe las fronteras tradicionales entre los servicios y los colectivos profesionales, con un modelo exclusivo de áreas de conocimiento.
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La apuesta por la innovación nos permite estar en vanguardia de la medicina, proporcionando una asistencia de primer nivel y adaptada a las necesidades cambiantes de cada paciente.
El tratamiento de la insuficiencia renal tiene cuatro pilares fundamentales.
Los controles de la tensión arterial si es alta, de las cifras de urea elevadas, del desequilibrio de sales minerales (sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio), de la acidosis y de la anemia. Las pruebas analíticas dan mucha información para caracterizar el origen y el grado de gravedad de la enfermedad renal.
La biopsia renal permite realizar un estudio microscópico que muchas veces es imprescindible. Las pruebas genéticas ofrecen también información muy relevante.
Hay tres niveles diferentes de tratamiento:
a) el médico, con la utilización de medicamentos u hormonas para suplir dichas funciones alteradas. Una dieta que genere poca urea o que contenga poco potasio, fármacos que controlan el exceso o defecto de sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio, o la presencia de acidosis. Y fármacos para tratar la anemia.
b) las medidas de depuración extrarrenal: la hemodiálisis (paso de la sangre por un circuito externo que realiza la depuración de las sustancias tóxicas por medio de un filtro adecuado), y la diálisis peritoneal en la que se instila una solución en la cavidad peritoneal del paciente, y al extraerla, se secuestran las sustancias tóxicas que normalmente aparecerían en la orina.
c) el trasplante renal, de donante vivo o de donación cadavérica. En este caso el nuevo riñón suple la función de los riñones enfermos. La duración del injerto renal es variable y depende del control de los episodios de rechazo que se pueden producir, una vez efectuado el trasplante. Un paciente joven con insuficiencia renal puede necesitar más de un trasplante renal a lo largo de su vida, aunque la vida útil de los injertos mejora día a día con la aparición de nuevos fármacos inmunosupresores.
El trasplante pulmonar consiste en sustituir uno o dos pulmones enfermos por otros sanos. En general, se debe realizar el trasplante cuando hay una enfermedad que comporta una insuficiencia respiratoria crónica grave y progresiva. Los trasplantes pulmonares se iniciaron en 1981 en California. En Cataluña, este tipo de intervención se desarrolla de forma exclusiva en el Hospital Universitario Vall d'Hebron, tanto para niños como para adultos.
Actualmente se practican 4.000 trasplantes pulmonares al año en todo el mundo, entre niños y adultos, especialmente en Europa, Estados Unidos, Canadá y Australia. En el caso de Cataluña se realizan nueve trasplantes pulmonares por cada millón de población, una cifra que la convierte en un país en vanguardia. Nuestra experiencia incluye desde bebés de meses hasta pacientes de casi 70 años.
Normalmente es el médico neumólogo que atiende a una determinada persona paciente en insuficiencia respiratoria crónica quien contacta con la Unidad de Trasplante Pulmonar del Hospital Vall d'Hebron de adultos o bien de pediatría. A partir de este contacto, el paciente será valorado por un equipo multidisciplinar con el fin de ofrecerle la mejor opción, que puede ser el trasplante o bien el tratamiento médico, únicamente. Siempre debemos considerar que las personas que se someten a un trasplante pulmonar tienen que tener la fuerza necesaria para esperar la operación y superarla. Esta cuestión fundamental y compleja ha de ser resuelta a fin de que el trasplante sea una ayuda para el paciente.
Los índices de supervivencia de los trasplantes pulmonares son muy positivos. Más de la mitad de los pacientes están vivos al cabo de cinco años de la intervención y uno de cada tres pacientes sobrevive al cabo de diez años. No obstante, el objetivo de los especialistas es seguir investigando para mejorar estos resultados en la prevención del rechazo crónico y de todos los factores que facilitan esta complicación.
Los pacientes sometidos a un trasplante pulmonar deben tomar de forma crónica un tratamiento inmunosupresor y algunas profilaxis. La mayor parte de estos tratamientos son por vía oral y, quizás en algún caso, por vía inhalada.
Con el objetivo de prevenir las complicaciones se tienen que seguir los consejos médicos, llevar una vida ordenada y cumplir con la medicación. Aparte de esto, se puede tener una vida normal.
El Servicio de Anatomía estudia las enfermedades a partir de la observación directa en el microscopio de los tejidos (biopsias, piezas quirúrgicas, autopsias clínicas) o de fluidos corporales (citologías, PAAF), para obtener los diagnósticos mes precisos que posibilitan el tratamiento adecuado de la debilidad. Nuestra misión es ser líderes en el diagnóstico integrado más avanzado en beneficio del paciente.
La patología quirúrgica y la citopatología proporcionan el eje diagnóstico de los pacientes tratados en nuestro hospital. Nuestros médicos patólogos están altamente especializados en las distintas patologías, están reconocidos internacionalmente y son referentes en los diferentes campos del diagnóstico anatomopatológico. Nuestros profesionales forman parte de las comisiones, los comités y los equipos de manejo clínico del Hospital.
La Unidad Docente de Anatomía Patológica la forman los profesionales de anatomía patológica del Servicio de Anatomía Patológica. La actividad asistencial de la unidad se divide por especialidades con un total de más de 20 patólogos que trabajan en consonancia con el equipo clínico. Un servicio joven y renovado, comprometido con la formación especializada, con la investigación traslacional por especialidades y, también, con la docencia gracias a los grados de Medicina y Biomedicina.
Itinerario formativo en Anatomía Patológica
En la actividad asistencial de la unidad se procesan tejidos con técnicas de fotografía macro y microscópica, se practican las autopsias y biopsias más comunas y en concreto la autopsia pediátrica fetal e infantil. En la Unidad Ginecológica también se realizan citologías. Además, se atienden rotativamente las biopsias intraoperatorias.
En la Unidad de Patología del Trasplante se llevan a cabo biopsias de protocolo y seguimiento orientadas hacia un procedimiento de diagnóstico rápido y de tratamiento de casos de rechazo.
En el hospital se realizan guardias en patología quirúrgica, además del procesamiento de piezas quirúrgicas y de muestras para el Banco de Tejidos Fetales y la práctica de autopsias durante las guardias.
Es una enfermedad crónica inflamatoria del esófago causada y mantenida por una reacción alérgica. Se caracteriza por la dificultad para tragar (disfagia), los atascos de la comida en el esófago (impactación alimentaria) y rupturas de la pared del esófago (perforación esofágica).
Los síntomas más frecuentes son:
Si la inflamación esofágica y los síntomas que se derivan de la misma no se tratan, persisten desde la infancia hasta la edad adulta. Esta inflamación provoca alteraciones estructurales del esófago con un proceso de remodelación de los tejidos, que lleva al desarrollo de fibrosis y a la formación de estenosis. Es decir, un deterioro funcional que afectará de manera significativa la calidad de vida de quien la sufre.
Desde su primera descripción, del año 1993, la EE presenta una prevalencia de hasta 45 casos por cada 100.000 habitantes y una incidencia de 3,7 casos por cada 100.000 habitantes y año. Eso significa que actualmente es la causa más habitual de disfagia, perforación espontánea del esófago e impactación alimentaria en pacientes jóvenes.
Para establecer un diagnóstico adecuado, se tiene que hacer una gastroscopia mediante la cual hay que tomar múltiples biopsias del esófago, ya que las alteraciones inflamatorias se distribuyen de manera moteada. Con esta técnica también se evaluará la respuesta al tratamiento.
Con el análisis endoscópico de la superficie mucosa esofágica no basta para hacer un buen diagnóstico, ya que hasta el 10-15 % de pacientes presentan una exploración endoscópica normal.
El tratamiento de la EE se basa en el uso de tres alternativas terapéuticas:
Para la prevención de las complicaciones de la EE es importante un diagnóstico temprano de la enfermedad. También es básico el tratamiento precoz y el seguimiento clínico y endoscópico.
El virus del papiloma humano (VPH) en general se transmite por la vía sexual y, principalmente, infecta la piel (pene, vulva, ano) o las mucosas (vagina, cuello uterino y recto) de las áreas genitales tanto de los hombres como de las mujeres. Asimismo, puede surgir en el área bucal y de la zona faringoamigdalar.
Es una transmisión muy frecuente y en la mayoría de casos no produce ninguna patología. No obstante, puede desencadenar una enfermedad benigna en forma de verrugas o, con menor frecuencia, diferentes tipos de cáncer. En el caso de la mujer, el VPH puede producir cáncer en el cuello uterino.
El virus del VPH se transmite por contacto directo, piel con piel y sexual, y no por los fluidos. En la mayoría de las ocasiones, un 90 % de los casos, desaparece de manera espontánea, pero mientras el virus está presente es transmisible.
El VPH se clasifica en función del riesgo que tiene o no de desarrollar cáncer:
Hay que destacar que una persona se puede infectar con más de un tipo de VPH. Además, la persistencia de una infección puede acabar desarrollando un cáncer en el cuello uterino, la vulva, el pene, el ano o la orofaringe.
En concreto, el virus inicia unos cambios displásicos en las células epiteliales que evolucionan hasta que se produce un cáncer invasivo. Eso sucede progresivamente y desde que se produce la infección hasta que se desarrolla la enfermedad pueden pasar hasta veinte años.
Pueden aparecer verrugas genitales o salir como pequeñas protuberancias o grupos de ellas en la zona genital de varios tamaños y formas.
En el caso del cáncer no aparecen síntomas hasta que no se está en un periodo muy avanzado. En el de cuello uterino los síntomas que se manifiestan son:
En Cataluña la incidencia del cáncer uterino es de 7,2 casos por cada 100.000 mujeres al año (2003-2007), lo que implica que represente el 2,8 % de todos los tumores del sexo femenino. Entre la franja de edad de entre 35 y 64 años esta incidencia asciende hasta los 16,1 casos por cada 100.000 mujeres. Además, el riesgo de desarrollar esta patología es de una por cada 106 de las mujeres que viven hasta los 75 años.
En el caso del cáncer anal tiene una incidencia anual de 1,8 casos por cada 100.000 habitantes, pero en el caso del grupo de hombres que tienen relaciones con otras personas del mismo sexo y están infectados por el VIH la afectación sube hasta los 70 o 128 casos por cada 100.000 hombres.
Cuando aparecen verrugas, el diagnóstico suele ser clínico o por biopsia. Con respecto al cáncer, se detecta por medio de una citología, que permite ver los cambios anómalos en las células antes de que se desarrolle. Si esta prueba resulta anómala se puede complementar con una colposcopia, que permite examinar el cuello del útero a través de una lupa y tomar muestras.
Principalmente, la detección del VPH forma parte de una estrategia preventiva para detectar el virus antes de que este se convierta en una patología.
No existe un tratamiento antiviral específico para el VPH.
Con respecto a las verrugas, en la mayoría de los casos se pueden eliminar por medio de una cirugía, pomadas u otros tratamientos.
Si se desarrolla un cáncer, dependerá de la etapa en la que se diagnostique. Por ejemplo, si se detecta de una manera precoz en el cuello uterino puede comportar la extirpación de tejidos lesionados, mientras que, cuando está más avanzado, puede requerir una histerectomía, radioterapia o quimioterapia.
Para evitar la infección del VPH es esencial el uso del preservativo. En cambio, en el cáncer del cuello uterino la prevención se basa en una vacuna, que es altamente eficaz. También se realiza un cribado periódico mediante una citología cervical (prueba de Papanicolau). Sin embargo, esta estrategia se está cambiando por el uso de técnicas de detección del virus y así, junto con la citología, poder seguir las diferentes etapas del proceso de la enfermedad (adquisición, persistencia, progresión a lesiones precancerosas e invasión).
Anatomía Patológica, Serveis transversals
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