Somos la suma de cuatro hospitales: el General, el Infantil, el de la Mujer y el de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. Estamos ubicados en el Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, un parque sanitario de referencia internacional donde la asistencia es una rama imprescindible.
Te detallamos los servicios y las unidades que forman parte del Hospital Vall d'Hebron y las principales enfermedades que tratamos. También te ofrecemos recomendaciones basadas en lo que la evidencia científica ha demostrado eficaz para garantizar el bienestar y la calidad de vida.
¿Quieres saber cómo será tu estancia en el Hospital Universitario Vall d'Hebron? Aquí encontrarás toda la información.
La apuesta por la innovación nos permite estar en vanguardia de la medicina, proporcionando una asistencia de primer nivel y adaptada a las necesidades cambiantes de cada paciente.
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica, con afectación principalmente articular, aunque puede comprometer otros órganos. Hay un componente genético, pero se desconoce la causa.
Se manifiesta principalmente como dolor e inflamación de las articulaciones (manos, pies, hombros, rodillas...) y rigidez matutina. Puede ir acompañada de fiebre, malestar general o fatiga.
La artritis reumatoide sin tratamiento puede acabar produciendo deterioro y deformidad de las articulaciones afectadas, lo que ocasiona importantes incapacidades. No obstante, el diagnóstico precoz y la cantidad de fármacos de los que disponemos hoy en día han significado que la mayoría de pacientes con artritis reumatoide puedan llevar una vida prácticamente normal. Para una buena evolución de la artritis reumatoide es muy importante hacer un diagnóstico precoz y empezar el tratamiento lo antes posible, ya que los primeros años en los que se presenta la enfermedad son cruciales para mejorar el pronóstico y la evolución de estos pacientes.
La sintomatología más frecuente es dolor e inflamación de las articulaciones. Las articulaciones que se ven afectadas más a menudo son los nudillos de las manos, las muñecas y los pies, pero la enfermedad también puede afectar a cualquiera de las otras articulaciones del cuerpo (codos, hombros, caderas, rodillas...) y es típico que se asocie a rigidez matutina. Las articulaciones de la columna vertebral no suelen verse afectadas, y cuando lo hacen es en la zona del cuello (afectación cervical).
Aparte de los síntomas en las articulaciones, la artritis reumatoide puede presentar otros síntomas o afectar a otros órganos.
Por otra parte, los pacientes con artritis reumatoide pueden presentar otras enfermedades asociadas con mayor frecuencia que la gente que no sufre artritis. Hay un riesgo más elevado de sufrir osteoporosis (descalcificación de los huesos) y tener problemas cardiovasculares, como infartos de miocardio o ictus. Por este motivo, en las y los pacientes con artritis reumatoide es especialmente importante controlar otros factores que la pueden agravar, como el colesterol, la diabetes, la hipertensión arterial, el tabaquismo y la obesidad.
Puede afectar a cualquier persona, de cualquier raza, en cualquier lugar del mundo, pero afecta más a las mujeres que a los hombres (aproximadamente tres mujeres por cada hombre) y con edad comprendida entre los 40 y los 60 años.
Se desconoce la causa de la enfermedad. Se sabe que en su aparición intervienen distintos componentes:
Por tanto, la artritis reumatoide aparece cuando confluyen varias de las circunstancias anteriores. Alteraciones en el sistema inmunitario que se producen en personas genéticamente predispuestas y que se pueden sumar a factores hormonales o ambientales. Se desconoce con exactitud cómo se desarrolla este proceso.
El diagnóstico de la enfermedad se hace de manera global teniendo en cuenta los síntomas que refiere el paciente, la exploración física, los resultados analíticos y de las radiografías. Cabe tener en cuenta que no hay ninguna analítica ni ninguna otra prueba que diagnostique la artritis reumatoide de manera independiente; siempre es necesaria una valoración médica de toda la situación en conjunto por parte del especialista en reumatología.
Los síntomas que detalla el o la paciente suelen ser los que hemos comentado en el apartado de síntomas, y en la exploración física habitualmente se observa dolor, inflamación y limitación en una o varias articulaciones, que se suelen ver afectadas de manera simétrica.
En los análisis, con frecuencia se observa un aumento de los marcadores de inflamación, como son la velocidad de sedimentación globular (VSG) y la proteína C reactiva (PCR). También puede aparecer anemia leve.
El factor reumatoide (FR) es una prueba analítica que es positiva en el 70 % u 80 % de los pacientes con artritis reumatoide, pero cabe remarcar que hasta un 30 % de las personas sanas sin artritis también pueden dar positivo. Por tanto, el hecho de tener este factor positivo no implica definitivamente que se sufra la enfermedad.
En el caso de los anticuerpos antipéptidos citrulinados (ACPA), son más específicos de la artritis reumatoide. Eso quiere decir que, en una persona que tiene artritis, el resultado positivo prácticamente asegura el diagnóstico, mientras que, si salen negativos, no se descarta la enfermedad, ya que hasta un 40 % de los pacientes con artritis reumatoide presentan un resultado negativo.
La base fundamental del tratamiento son los fármacos que denominamos fármacos modificadores de la enfermedad (FAME). Estos fármacos actúan sobre las células y moléculas que participan en el proceso de la enfermedad y consiguen cambiar su evolución natural. Los dividimos en tres grupos: tradicionales, biológicos y sintéticos.
Aparte de los FAME, otra parte importante del manejo de la artritis son los tratamientos sintomáticos. Incluyen los analgésicos y antiinflamatorios convencionales, que suelen recetarse para complementar los FAME en periodos en que la enfermedad se reactiva o mientras estos hacen efecto. Actúan rápidamente, pero su efecto dura poco y desaparece al cabo de pocas horas de haber tomado la dosis.
Dentro de este grupo también se incluyen los corticosteroides, que son los fármacos más eficaces para controlar la inflamación articular de manera rápida. Se pueden administrar por vía oral o mediante infiltraciones en las articulaciones inflamadas.
Desgraciadamente, no hay ninguna acción concreta para prevenir la aparición de la artritis reumatoide. No obstante, dado que se sabe que el tabaquismo es el único factor ambiental que puede contribuir a la aparición y al empeoramiento del pronóstico de la artritis, se recomienda evitar este hábito de forma general en toda la población, y en concreto en a los y las pacientes con riesgo de artritis.
Sociedad Española de Reumatología: aprendiendo a convivir con la Artritis Reumatoide
American College of Rheumatology (ACR): la Artritis Reumatoide
American College of Rheumatology (ACR): web amb informació detallada dels tractaments més utilitzats en reumatologia
La aceptación de estas condiciones, supone que da el consentimiento al tratamiento de sus datos personales para la prestación de los servicios que solicita a través de este portal y, si procede, para hacer las gestiones necesarias con las administraciones o entidades públicas que intervengan en la tramitación, y su posterior incorporación en el mencionado fichero automatizado. Podéis ejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndoos por escrito a web@vallhebron.cat, indicando claramente al asunto "Ejercicio de derecho LOPD". Responsable: Hospital Universitari Vall d'Hebron - Institut Català de la Salut. Finalidad: Gestionar el contacto del usuario. Legitimación: Aceptación expresa de la política de privacidad. Derechos: Acceso, rectificación, supresión y portabilidad de los datos, limitación y oposición a su tratamiento. Procedencia: El propio interesado.