Osteoporosis
La osteoporosis, que quiere decir «hueso poroso», es una enfermedad esquelética en la que se produce una disminución de la densidad y la calidad del hueso, de modo que el esqueleto tiene menos resistencia y es propenso a fracturarse, incluso con un traumatismo menor, como una caída desde la propia altura o un golpe. Estas fracturas se denominan por fragilidad u osteoporóticas. Son muy prevalentes. A escala mundial, se calcula que una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres sufrirá una fractura osteoporótica durante su vida.

Síntomas
Es una enfermedad silenciosa, porque no manifiesta ningún síntoma hasta la primera fractura. Haber tenido una primera fractura predispone a fracturas posteriores. Casi siempre tienen lugar en la columna vertebral, la muñeca o la cadera, pero se pueden producir en otras zonas. Tienen especial importancia las fracturas de columna, que condicionan dolor, deformidad y pérdida de altura, y las de cadera, que requieren ingreso hospitalario e implican una pérdida de calidad de vida y autonomía, así como un coste socioeconómico elevado.
Causas
El esqueleto óseo es un tejido vivo que está en proceso constante de destrucción de hueso viejo y formación de hueso nuevo. Con la edad, la destrucción supera la formación de hueso nuevo de forma gradual. Afecta sobre todo a mujeres después de la menopausia, ya que durante la menopausia esta destrucción se produce más deprisa porque desaparece el efecto protector de los estrógenos. Esto predispone a la llamada osteoporosis posmenopáusica. Se suma el hecho de que, durante la juventud, las mujeres alcanzan un pico de masa ósea menor que los hombres. La menopausia precoz (antes de los 45 años) es un factor de riesgo. En los hombres, generalmente, la pérdida ósea se vuelve importante hacia los 70 años.
Así, la edad repercute en la pérdida de masa ósea, pero también puede afectar a niños, jóvenes y mujeres antes de la menopausia. Hay otros muchos factores de riesgo de padecer osteoporosis, como tener antecedentes familiares, determinados fármacos (corticosteroides, fármacos utilizados en el cáncer de próstata y de mama), tabaco, exceso de alcohol, sedentarismo y ciertas patologías, como las enfermedades inflamatorias reumáticas, las enfermedades endocrinas, hepáticas, hematológicas, renales, los problemas de malabsorción intestinal o la escasa ingesta de calcio, entre otros.
Diagnóstico
El diagnóstico debe hacerse teniendo en cuenta los factores de riesgo que puedan provocar osteoporosis, que los profesionales sanitarios tendrán que valorar.
Es necesario hacer un análisis de sangre para detectar posibles alteraciones y una DEXA (radioabsorciometría de energía dual), que utiliza pequeñas dosis de radiación. Se evalúa en la cadera y en la columna lumbar. En general, la medida de referencia se deriva de la densidad ósea en la población de adultos jóvenes (se denomina puntuación T), de modo que la OMS ha establecido que la osteoporosis se diagnostica cuando la puntuación T de una persona es inferior a –2,5 DE. Osteopenia significa pérdida de masa ósea que no llega a osteoporosis y se define <cuando la puntuación T se sitúa entre –1 y –2,5 DE.
Si la DEXA arroja un resultado de osteoporosis, ello no significa que necesariamente tenga que haber fractura, sino que se tienen que evaluar otros factores de riesgo y valorarse en conjunto. La osteopenia es muy frecuente y el inicio del tratamiento dependerá de si hay factores de riesgo importantes o si ha habido fracturas. Disponemos de herramientas para calcular el riesgo de fractura que engloban todas las características de cada paciente.
Tratamiento y prevención
El objetivo es evitar la pérdida de masa ósea y reducir el riesgo de fractura. Es fundamental llevar un estilo de vida saludable.
- Hábitos de vida para el tratamiento o la prevención de la osteoporosis. Se recomienda:
- No fumar, evitar el consumo excesivo de alcohol y mantener un peso adecuado.
- Practicar ejercicio físico aeróbico regular y también ejercicios orientados a fortalecer la musculatura y mejorar la postura. Se recomienda andar (al menos 30 minutos al día), bailar y hacer taichí, entre otros. Eso permite mejorar el dolor, el equilibrio y el tono muscular para evitar caídas.
- No convienen las actividades de alto impacto o que soportan peso.
- Seguir una dieta equilibrada y rica en calcio, como son la leche y sus derivados. Se recomienda una ingesta de 1000-1200 mg de calcio al día.
- Tomar el sol 15 minutos al día. La vitamina D, que es esencial para el desarrollo óseo, se sintetiza en la piel a partir de los rayos UVB.
Tratamiento farmacológico:
Hay varios tipos de fármacos y la prescripción dependerá del perfil y riesgo individual de cada paciente, tanto por la localización de la fractura como por otras condiciones médicas. La duración del tratamiento también es variable.
Actualmente, disponemos de una gama de fármacos que han demostrado ser seguros y eficaces al reducir el riesgo de fractura en los pacientes con osteoporosis. La mayoría tienen un efecto denominado «antirresortivo», porque frenan la pérdida de masa ósea y, al mismo tiempo, son un tratamiento anabólico, ya que estimulan la formación de hueso.
Fecha de modificación: 02.12.2022, 14:31