Delirium
El delirium es un trastorno agudo de la atención y cognición que se presenta con frecuencia en pacientes de edad avanzada hospitalizados, y puede ser grave. Los pacientes que lo sufren empeoran durante su hospitalización.
Esta alteración del estado mental se caracteriza por presentarse de forma aguda y fluctuante pero, con las intervenciones apropiadas, puede ser total o parcialmente reversible o incluso se puede prevenir.
Pacientes con mayor riesgo de presentar delirium
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Pacientes de edad avanzada
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Con deterioro cognitivo, demencia o depresión
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Quienes hayan padecido delirium con anterioridad
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Dependientes para el autocuidado
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Con déficit de visión y audición
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Con varias enfermedades asociadas
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Pacientes en tratamiento con muchos fármacos o con antecedentes de alcoholismo
Desencadenantes del delirium
Las infecciones, las intervenciones quirúrgicas, la deshidratación, el dolor, la inmovilidad, la restricción del movimiento, ser portador de catéteres y sondas, los factores ambientales y el uso de algunos fármacos pueden desencadenar el delirium.
Signos y síntomas que presenta la persona con delirium
Puede presentar uno o varios de los siguientes síntomas:
- No sabe dónde está.
- Dice cosas incoherentes.
- No conoce a las personas de su entorno.
- No se puede quedar quieta.
- Ve u oye cosas que no son reales.
- Está más somnolienta que de costumbre.
- Muestra agitación cuando llega la noche.
- Alterna ratos de somnolencia y agitación.
- Es posible que la persona no entienda lo que se le explica y se muestre desconfiada o irritable con las personas que conoce. A veces, puede parecer que se encuentra normal (fluctuación).
¿Cómo podemos prevenirlo?
- Orientar en el tiempo, el espacio y la persona. Conversar.
- Llevar objetos personales (fotografías, reloj, calendario).
- Fomentar el autocuidado.
- Si utiliza gafas, audífonos o dentadura postiza, favorecer su uso para que sea más fácil que se relacione con su entorno.
- Practicar actividades que le gusten como leer, escuchar música o la radio.
- Es importante que las habitaciones donde se encuentre la o el paciente estén bien iluminadas y se deben evitar los ruidos y el exceso de visitas.
- Asegurar una buena hidratación y alimentación del paciente y rechazar las bebidas carbonatadas con cafeína y estimulantes.
¿Cómo se trata?
Además de instaurar medidas no farmacológicas, el equipo médico y de enfermería analizarán las posibles causas del delirium y tomarán las medidas más adecuadas para cada paciente como, por ejemplo, el diagnóstico y tratamiento de las infecciones, el control del dolor, la corrección de la deshidratación, la revisión del tratamiento y de los catéteres, sondas, etc.
En algunas ocasiones, será necesario administrar medicación para ayudar a controlar el delirium y conseguir que la persona esté más tranquila y colaboradora para eliminar el riesgo de accidentes o traumatismos.
¿Cómo puede ayudar la familia al paciente con delirium?
La colaboración de la familia es fundamental para prevenir algunas de las complicaciones asociadas al delirium.
Recomendaciones
- Comunicad al personal sanitario cualquier síntoma que observéis, como desorientación, agitación, confusión o disminución de la interacción personal.
- Si es posible, es importante que la persona esté acompañada por un familiar o amigo de confianza, sobre todo las primeras 48 horas de su ingreso. Eso le dará tranquilidad y seguridad.
- Cuando habléis, utilizad palabras sencillas y claras, en un tono suave y tranquilizador. No le llevéis la contraria y explicadle las cosas con calma.
- Por la noche, cuando os vayáis y la persona se quede sola, avisad al equipo de enfermería para que le dejen la luz pequeña encendida y así, si se despierta, sepa dónde está.
- Compruebe que la iluminación durante el día sea la adecuada.
- Si la persona lleva gafas o audífonos, traédselos, así se sentirá más segura.
- Explicadle dónde está y qué le ha pasado. Traed objetos que le ayuden a orientarse y a estar conectado con el presente (reloj, calendario...).
- Siempre que sea posible, animad a la persona a moverse (paseos cortos) y a que haga cosas por sí misma (vestirse, comer...).
- Procurad que la persona con delirium no se duerma durante el día dándole conversación, leyéndole un libro, revista, periódico... Eso le facilitará el descanso nocturno.
- Conviene traerle objetos personales (fotos, una radio con auriculares para no molestar al resto de pacientes...). Estos objetos la ayudarán a mantenerse orientada y distraída.
- Debéis entender que el o la paciente no es consciente de sus actos, por lo que no os tenéis que frustrar ni culpar.
- No contradigáis al o a la paciente en caso de delirios y alucinaciones.
- No confundáis delirium con demencia; a veces coexisten, pero no son lo mismo.
- Como cuidador/a principal, también tenéis que cuidaros.
- Ante cualquier duda, preguntad al equipo de enfermería.