Neurocirugía pediátrica compleja
La neurocirugía pediátrica compleja engloba una serie de patologías que, debido a su complejidad, deben ser atendidas en un centro que disponga de la tecnología, los profesionales y la experiencia necesarios.
Dentro de la neurocirugía pediátrica compleja se incluyen:
- Tumores cerebrales complejos
- Alteraciones de la dinámica del líquido cefalorraquídeo (casos complejos de hidrocefalia o hipertensión intracraneal o niños extremadamente pequeños con hidrocefalia tabicada o posthemorrágica)
- Malformaciones craneofaciales sindrómicas (síndrome de Apert-Crouzon o de Carpenter, entre otros)
- Malformaciones de la unión craneocervical con afectación de estructuras anteriores y posteriores (como malformaciones de Chiari combinadas con compresiones medulares anteriores)
- Patología raquimedular poco frecuente
En general, se trata de patologías muy complejas que aparecen con poca frecuencia. Muchas de ellas están incluidas dentro de los apartados de enfermedades minoritarias. Para conseguir unos resultados óptimos, se necesita tratamiento en centros grandes, que traten suficientes enfermos cada año, y que dispongan de la tecnología necesaria para tratar estas patologías.
Los síntomas
Cada patología tiene sus características propias. Cuando hay un tumor cerebral, el niño presenta unos síntomas teniendo en cuenta la región del cerebro en la que se desarrolla el tumor.
Cuando hay casos de hidrocefalia descompensada o hipertensión intracraneal grave, es decir, cuando aumenta la presión del interior del cráneo, el niño presenta cefaleas, alteraciones visuales y puede llegar a entrar en coma.
Las malformaciones craneofaciales se caracterizan por deformidades graves de los huesos del cráneo y de la cara.
¿A quién afectan estas patologías?
Suelen ser poco frecuentes. Raramente se suelen tratar más de diez casos cada año de cada una de las patologías nombradas.
El diagnóstico
El diagnóstico de las patologías neuroquirúrgicas incluye:
- Estudios avanzados de neuroimagen (resonancia magnética clásica y secuencias especiales y estudios vasculares)
- Pruebas neurofisiológicas (potenciales evocados o estudios del sueño)
- Colaboración de profesionales de otros servicios (neurólogos, oftalmólogos, oncólogos...)
La evaluación de los resultados también implica la actuación de psicólogos u otros profesionales que objetiven los cambios en las funciones cognitivas y en la calidad de vida.
El tratamiento habitual
El tratamiento de las patologías que cubre la neurocirugía pediátrica compleja suele ser quirúrgico. Eso implica disponer de un quirófano de alta tecnología que permita una monitorización intraquirúrgica, de anestesiólogos y de personal de enfermería especializado.
La prevención
Desgraciadamente no conocemos ninguna prevención para estas patologías. Nuestra función fundamental es restaurar las funciones perdidas y conseguir los resultados óptimos para que asegure, siempre que se pueda, un correcto desarrollo del niño, así como la máxima integración en los ámbitos familiar, escolar y social.