Un año de hospitalización a domicilio pediàtrica: 300 pacientes atendidos y fiestas de navidad en casa

Estas navidades, Marc Joan, un niño de 10 años, ha podido disfrutar de las fiestas en casa con su familia gracias al programa de hospitalización domiciliaria pediátrica del Hospital Vall d’Hebron. Tras ser intervenido por una osteomielitis, una infección ósea, Marc Joan ha continuado su postoperatorio y el tratamiento antibiótico intravenoso en su hogar con la ayuda de este nuevo servicio.  

“Fue un gran alivio saber que podíamos estar en casa por Navidad”, explica Carolina, la madre de Marc Joan. “El equipo de hospitalización domiciliaria nos ha dado todo el apoyo necesario para garantizar que el tratamiento fuera seguro y efectivo, sin tener que quedarnos ingresados en el hospital”, agradece.  

El programa de hospitalización domiciliaria pediátrica de Vall d’Hebron permite que niños y niñas con condiciones clínicas estables continúen su tratamiento en casa, siempre bajo la supervisión de profesionales sanitarios. Esto incluye visitas diarias del equipo médico y de enfermeras especializadas, así como seguimiento telemático y atención rápida en caso de necesidad.  

En el caso de Marc Joan, el tratamiento consistió en antibióticos administrados por vía intravenosa, una tarea que el equipo de enfermería enseñó a la familia a gestionar con seguridad. “Al principio daba un poco de respeto, pero con las explicaciones y el apoyo del equipo, nos sentimos muy seguros”, comenta Carolina.  

La Dra. Ariadna Carsi, pediatra del servicio de hospitalización domiciliaria pediátrica junto con la Dra. Laia Martínez, destaca los beneficios de esta opción para los pacientes y sus familias. “Estar en casa reduce el estrés emocional, facilita la recuperación y permite que los niños mantengan un entorno familiar y cálido. Por Navidad, esto tiene aún más valor”, asegura.  

Marc Joan, que ya está casi recuperado, cuenta emocionado que ha podido abrir los regalos de Navidad en el salón de su casa, rodeado de su familia. “El mejor regalo ha sido poder estar con mis padres y mis hermanos”, dice con una sonrisa. Mientras coloca junto a sus hermanos (de 7 y 3 años) la estrella solidaria de Vall d’Hebron en el árbol de Navidad, confabulan sobre qué escribirán en la carta a los Reyes: un puzle 3D, una caja de Lego, una muñeca... Tendrán que esperar hasta mañana para descubrir si sus deseos se han cumplido.  

Este ejemplo pone de relieve cómo la innovación y la empatía en la atención sanitaria pueden marcar una gran diferencia en la vida de los pacientes y sus familias, especialmente en momentos tan significativos como las fiestas navideñas.  

La Hospitalización Domiciliaria Pediátrica consolida un modelo que humaniza la atención infantil  

Desde su creación en noviembre de 2024, el servicio de Hospitalización Domiciliaria Pediátrica (HADp) ha atendido a más de 300 pacientes, evitando y acortando ingresos hospitalarios convencionales. Este servicio ha mantenido plena actividad durante todo el año y prevé duplicar su capacidad a 12 camas.  

“En casa atendemos a niños con problemas respiratorios como bronquitis o bronquiolitis que necesitan oxígeno, o administramos tratamientos intravenosos a aquellos que presentan infecciones u otras patologías. También realizamos curas complejas y analíticas. Hacemos todo igual que en el hospital, salvo las pruebas radiológicas de imagen”, explica el Dr. Antonio Moreno, jefe del Servicio de Pediatría.  

Los beneficios de la hospitalización domiciliaria son numerosos. Mª Ángeles Aceituno, adjunta a la dirección de Enfermería, destaca el mantenimiento del núcleo familiar y las rutinas del niño, la implicación activa de la familia en los cuidados y el empoderamiento y comprensión del proceso por parte del entorno, lo que favorece la recuperación y mejora la calidad de vida de los pacientes.  

Siguiendo las recomendaciones de la Carta Europea de los Derechos de los Niños Hospitalizados, que subraya que los niños no deben ser hospitalizados si no es absolutamente necesario y, de serlo, deben recibir el alta lo antes posible, el equipo pediátrico de hospitalización domiciliaria ha llevado a cabo una labor pedagógica entre los profesionales de Vall d’Hebron para que contemplen la opción de que los pacientes permanezcan en casa con el apoyo de este servicio, siempre que sea posible.  

Una gestión más eficiente 

Cada día, el equipo de Hospitalización Domiciliaria Pediátrica revisa los pacientes ingresados y los que llegan a urgencias para identificar posibles candidatos a este servicio. Cada vez reciben más derivaciones de diversas especialidades pediátricas, como Urgencias, Pediatría Hospitalaria, la Unidad de Infecciosas, Hepatología, Gastroenterología, Nefrología, Neumología, Oncohematología, Cirugía o Traumatología. “Hemos notado un aumento en la concienciación de los profesionales sanitarios sobre la existencia y los beneficios de este programa, lo que se refleja en un incremento de las derivaciones desde distintas especialidades para valorar pacientes”, destaca la Dra. Ariadna Carsi.  

“Nuestros pacientes y sus familias destacan la comodidad y la calidad de la atención recibida en el entorno familiar, con valoraciones muy positivas. El modelo de hospitalización evoluciona hacia un enfoque más humanizado, en el que los profesionales trasladan los cuidados necesarios al domicilio siempre que la situación clínica del paciente lo permita”, añade.  

El servicio de Hospitalización Domiciliaria Pediátrica cuenta con dos enfermeras para la asistencia domiciliaria y una tercera para formar a los padres, que reciben educación sanitaria y el material necesario para los cuidados. “El papel de la enfermera especializada es clave: formamos a las familias y cada día visitamos a los pacientes junto con la pediatra para realizar seguimiento, curas, revisión de accesos venosos y administración de tratamientos como antibióticos intravenosos”, explica Marina Vilches, supervisora del servicio.  

La hospitalización domiciliaria no solo beneficia a los pacientes y sus familias, sino que también contribuye significativamente a reducir los costes asociados al ingreso hospitalario convencional y a una gestión más eficiente de los recursos hospitalarios. Al permitir que los niños con patologías estables sean atendidos en casa, se reduce la presión sobre las instalaciones hospitalarias y se liberan camas para aquellos que necesitan una vigilancia médica más intensiva. Esto garantiza una mejor distribución de los recursos sanitarios, especialmente en momentos de alta demanda, como las temporadas de aumento de enfermedades respiratorias.  

Con el servicio de Hospitalización Domiciliaria Pediátrica, Vall d’Hebron ofrece el hospital en casa para pacientes de todas las edades, desde recién nacidos hasta personas mayores, ya que dispone también de hospitalización domiciliaria para bebés prematuros y pacientes adultos.