Somos la suma de cuatro hospitales: el General, el Infantil, el de la Mujer y el de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. Estamos ubicados en el Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, un parque sanitario de referencia internacional donde la asistencia es una rama imprescindible.
El paciente es el centro y el eje de nuestro sistema. Somos profesionales comprometidos con una asistencia de calidad y nuestra estructura organizativa rompe las fronteras tradicionales entre los servicios y los colectivos profesionales, con un modelo exclusivo de áreas de conocimiento.
¿Quieres saber cómo será tu estancia en el Hospital Universitario Vall d'Hebron? Aquí encontrarás toda la información.
La apuesta por la innovación nos permite estar en vanguardia de la medicina, proporcionando una asistencia de primer nivel y adaptada a las necesidades cambiantes de cada paciente.
La mayoría de casos de la enfermedad del Ébola se producen en África, especialmente en países como la República de Guinea, Liberia y Sierra Leona, en los que se produjo un brote importante entre 2014 y 2015. Aunque en nuestro entorno el riesgo de infección es bajo, se desaconseja viajar a los países afectados.
Aunque actualmente todavía no se dispone de ninguna vacuna comercializada para hacer frente a este virus, los resultados de los estudios llevados a cabo hasta ahora muestran que la vacuna podría tener una eficacia muy elevada. En nuestro país el riesgo de infección es muy bajo, aun así:
Si te encuentras en zonas afectadas por el virus del Ébola:
Si viajas a alguna de las zonas afectadas y al cabo de unas semanas de haber vuelto muestras los síntomas siguientes, es necesario que recibas atención médica rápidamente y menciones el viaje realizado:
La mejor forma de protegerse y evitar la propagación de la gripe es la vacunación y seguir unas buenas prácticas de higiene. Esto ayuda a disminuir la transmisión del virus y es la acción más efectiva para protegerse y proteger a las personas de nuestro entorno.
La gripe se transmite con facilidad de tres formas diferentes:
Hay una serie de medidas higiénicas que se deben tener en cuenta con el fin de prevenir la gripe:
Enfermedad infecciosa producida por el microorganismo Mycobacterium tuberculosis , que afecta principalmente al sistema respiratorio y que requiere un tratamiento prolongado y sin interrupción para lograr su curación. Si se interrumpe, se producen caracteristicamente resistencias a los fármacos, lo que dificulta la curación. El reservorio de Mycobacterium tuberculosis es el hombre y por lo general, es una enfermedad transmisible por via aérea. El contagio se produce por una convivencia estrecha con una persona con tuberculosis pulmonar. Es importante tener claro que estamos hablando de una enfermedad tratable, curable y erradicable, lo que quiere decir que podría llegar a desaparecer de la población mundial.
Sin embargo, actualmente es la primera causa de muerte por enfermedades infecciosas del mundo. Factores tales como las resistencias a los fármacos de primera línea o coinfecciones, dificultan el tratamiento de la enfermedad y aumentan su mortalidad.
Los síntomas de la tuberculosis dependen del órgano al que afecte. En el caso de la afectación pulmonar, los síntomas más frecuentes son tos con expectoración, fiebre, pérdida de peso, y sudoración nocturna. Se debe considerar el diagnóstico de tuberculosis cuando estos síntomas duran más de 3-4 semanas.
Puede afectar a cualquier persona si ha estado en contacto con pacientes afectados.
La tuberculosis se diagnostica de acuerdo a la sintomatología de los pacientes, los hallazgos de la exploración física y los resultados de las pruebas complementárias. Las pruebas microbiológicas constituyen un pilar básico para el diagnóstico. Entre ellas tenemos el cultivo de micobacterias, técnicas microscópicas y pruebas de biología molecular. Los pacientes tienen un diagnóstico confirmado cuando las pruebas microbiologicas son positivas, en caso contrario tienen diagnóstico probable.
Se realiza mediante una asociación de fármacos para evitar la aparición de resistencias. La duración del tratamiento es larga (mínimo sies meses) porque muchos fármacos actúan sobre las bacterias en división y este microorganismo es de crecimiento lento. A ser posible se administran todas las pastillas en una sola toma al dia para facilitar el cumplimiento del tratamiento.
Son la radiografia de tórax , analítica general, cultivos de muestras biológicas.
No existen medidas de prevención específicas para evitar la infección.
El concepto de infecciones osteoarticulares resistentes engloba todas las intervenciones hechas a pacientes con infecciones resistentes al tratamiento médico y quirúrgico previo. Estas intervenciones pueden ser recambios de prótesis, osteomielitis crónicas, pseudoartrosis sépticas, entre otras. La Unidad de Patología Séptica del Aparato Locomotor también trata, por su complejidad, a muchos de estos pacientes desde un inicio.
Los diferentes tipos de infecciones osteoarticulares resistentes que se tratan en la unidad son:
Osteomielitis/osteítis de origen hematógeno resistente al tratamiento médico y quirúrgico:
Osteomielitis crónicas o pseudoartrosis sépticas derivadas de traumatismos o intervenciones quirúrgicas. Las que se producen debido a fracturas abiertas, de forma característica la tibia, muchas veces aparecen acompañadas de pérdida ósea y/o de cobertura cutánea. No se sabe la incidencia exacta, pero cuanto más expuesto ha estado el hueso, más posibilidades tiene de infectarse de forma crónica.
Infecciones periprotésicas. Este tipo de infección se da en cerca de un 1 % a un 3 % de las artroplastias primarias realizadas. En muchas ocasiones, el único síntoma evidente es el dolor. La presencia de una fístula o el aislamiento de un microorganismo patógeno en diferentes muestras confirman el diagnóstico. El tratamiento más frecuente pasa por el recambio de la prótesis en dos intervenciones diferentes.
Infecciones de partes blandas graves (fascitis necrotizantes, gangrenas), resistentes al tratamiento. Estas lesiones son bastante raras y, cuando se producen, suelen ser mortales. Un dolor excesivo localizado puede ser el único síntoma inicial, lo que hace que sea muy difícil de diagnosticar en este estadio. Cuando se diagnostica y se aplica un tratamiento agresivo con antibióticos y desbridamientos quirúrgicos, se influye en la supervivencia y en la necesidad de amputaciones.
En la prevención de la infección osteoarticular son muy importantes los factores relacionados con el paciente (control de las comorbilidades), los relacionados con la intervención (profilaxis antibiótica), la presencia de implantes, el estado de los tejidos (hueso y cobertura cutánea), entre otros.
Este tipo de infecciones hace que se necesite un equipo multidisciplinar, ya que es un tratamiento muy complejo.
La enfermedad causada por el virus del Zika se contrae por la picadura de un mosquito infectado, tal como sucede también con el dengue, el chikungunya y la fiebre amarilla. Asimismo, se puede transmitir por vía sexual, las mujeres embarazadas lo pueden transmitir a sus hijos o por transfusión de sangre. En Europa no se han dado casos de infección por la picadura del mosquito, sino que todos han sido importados.
Es una enfermedad de corta duración, que se puede resolver sin complicaciones ni necesidad de hospitalización. No obstante, existe una relación entre esta infección y algunas patologías neurológicas. Además, las madres afectadas durante el embarazo pueden dar a luz a recién nacidos con microcefalia.
El periodo de incubación en el ser humano es de entre 3 y 12 días, con un máximo de 15. Aunque en muchas ocasiones no se presentan síntomas, cuando la enfermedad se manifiesta se caracteriza por:
Desde 2015, 71 países declararon que el virus del Zika se había transmitido a través del mosquito. Además, 13 más manifestaron que la enfermedad había llegado por otra vía, generalmente, la sexual.
En Europa la mayoría de los casos se han importado de países endémicos, principalmente de América Latina, pero también del sureste asiático. En Cataluña, a mediados de diciembre de 2016, se habían registrado 150 infecciones, entre las cuales había 32 gestantes.
Entre los siete y los primeros diez días de la enfermedad, el diagnóstico se realiza por medio de técnicas de biología molecular (RT.PCR) en sangre y orina, que permite detectar el virus.
Una vez pasado este periodo, el zika desaparece de la sangre y se detecta a través de los anticuerpos en el suero.
No existe un tratamiento específico para hacer frente a esta enfermedad. Generalmente, los síntomas desaparecen entre los tres y los siete días después de la infección, por eso se pueden suavizar con analgésicos y antitérmicos.
De momento, no existe ninguna vacuna para tratar este virus. Por lo tanto, la prevención se basa en evitar la picadura del mosquito en los países endémicos, así como tomar medidas de protección en las relaciones sexuales.
En el caso de Cataluña, el riesgo del virus se asocia con la llegada de viajeros infectados procedentes de los países endémicos. Aquí existe un protocolo de cribado en embarazadas y sus parejas, ya que son un colectivo sensible porque pueden transmitir el virus al feto.
La enfermedad del virus del Ébola (EVE) es una enfermedad infecciosa grave que tiene el origen en los animales salvajes. Está causada por un virus del género Ebolavirus (Filovirus), que se suele presentar en forma de brotes que tienen un porcentaje de mortalidad del 50 %.
Los primeros síntomas son fiebre repentina, dolor muscular, debilidad, dolor de cabeza y dolor de garganta. Estos síntomas van seguidos de vómitos, diarrea, disfunción renal y hepática, erupciones cutáneas y hemorragias.
En la fase final de la enfermedad, los pacientes desarrollan un fallo multiorgánico que, en algunos casos, se supera durante la segunda semana de evolución y, en otros, provoca la muerte.
Es una enfermedad contagiosa cuando aparecen los síntomas.
Es una enfermedad frecuente en el África central y occidental. El brote más importante se produjo en el año 2014, con más de 11.000 fallecidos (Guinea, Liberia y Sierra Leona).
El periodo de incubación oscila entre los 2 y los 21 días.
En humanos se transmite con el contacto directo con la sangre y las secreciones corporales de las personas infectadas o con objetos contaminados con fluidos corporales de los pacientes. También se puede transmitir por contacto sexual hasta tres meses después del inicio de los síntomas.
Tener en cuenta el antecedente epidemiológico de viaje o el contacto con personas enfermas es fundamental. El diagnóstico definitivo se hace con pruebas de laboratorio en centros de referencia, en las que se detecta el ácido nucleico viral en muestras biológicas. Antes de establecer un diagnóstico de EVE hay que descartar otras enfermedades infecciosas como el paludismo, la fiebre tifoidea, el dengue o la meningitis.
Hasta ahora, no hay ningún tratamiento específico para combatirla. Se tiene que mantener una adecuada hidratación y presión arterial de los pacientes, así como otras medidas de soporte vital.
La prevención del ébola se basa en diferentes estrategias:
Actualmente, hay una vacuna en fase de autorización que ha mostrado unos resultados excelentes.
En el Servicio de Microbiología buscamos la máxima eficiencia y sostenibilidad para atender las necesidades asistenciales de la ciudadanía. Con esta finalidad contamos con un amplio catálogo de servicios y con herramientas de última generación en microbiología clínica, tanto con respecto al diagnóstico, como para la vigilancia de los microorganismos en la población y el estudio de brotes epidémicos.
En el Servicio de Microbiología trabajamos en dos secciones y cuatro unidades transversales: Sección de Bacteriología y Micología, Sección de Virología, Unidad de Biología Molecular, Unidad de Serología, Unidad de Salud Internacional y Parasitología y Unidad de Soporte e Innovación.
El Equipo de Microbiología y Parasitología está formado por un equipo de profesionales, la mayoría profesores universitarios, con un alto nivel de excelencia, comprometidos con la calidad y la innovación, y con capacidad para estar a la vanguardia diagnóstica y ser referentes en aspectos relevantes de la microbiología clínica. Si te formas en nuestra unidad docente, tendrás la oportunidad de trabajar en unos laboratorios clínicos líderes en el Estado, tanto por el volumen de muestras con el que trabajamos como por la tecnología de última generación que utilizamos.
Itinerario formativo de Microbiología
La Unidad de Microbiología está formada por el Servicio de Microbiología, con la participación de los servicios de Pediatría, Cuidados Intensivos, Patología Infecciosa y Atención Primaria
Durante la rotación por la unidad docente, los residentes rotan por diferentes áreas, como las unidades de Urocultivos, Infecciones Genitales, Hemocultivos, Coprocultivos, Parasitología, Epidemiología, Micobacterias, Serología, Microbiología Ambiental y Alimentaria y Virología.
Con respecto a la actividad asistencial, trabajarán con pacientes con VIH y con enfermedades infecciosas, pediátricas y del adulto, y también con diferentes servicios del Hospital, por ejemplo Medicina Intensiva del Hospital General o el Servicio de Enfermedades Infecciosas Pediátricas, sí como de atención primaria.
Nos centramos en los aspectos microbiológicos de las enfermedades infecciosas, con el objetivo de mejorar la salud de los pacientes. La investigación en nuestro ámbito se centra en: epidemiología y resistencia a los antimicrobianos, enfermedades de transmisión sexual, virus respiratorios, infección vírica y fúngica en enfermos inmunodeprimidos, fibrosis quística, toxiinfecciones alimentarias, tuberculosis y salud internacional.
La gripe es una enfermedad respiratoria infecciosa causada por el virus influenza, del que existen 3 tipos (A, B y C) y varios subtipos. Es una enfermedad que puede presentar un amplio abanico de formas clínicas: desde infecciones asintomáticas hasta cuadros respiratorios que se pueden complicar. Los virus de la gripe circulan durante los meses de invierno en nuestro medio, produciendo epidemias estacionales. Los virus gripales que circulan cada temporada no tienen la misma patogenicidad y la susceptibilidad de la población frente a los virus tampoco es homogénea. Por ello, la intensidad de las epidemias de gripe varía de un año a otro, tanto por la cantidad de personas afectadas como por lo que respecta al espectro clínico de las infecciones. La vacunación antigripal es la medida de prevención primaria más efectiva para prevenir la gripe y sus complicaciones.
La gripe se transmite de una persona enferma a otra a través de las gotitas que se expulsan con la tos y los estornudos. La capacidad de transmisión se inicia desde el día antes de la aparición de los síntomas y persiste durante cinco días después.
Se estima que la gripe estacional puede afectar entre el 5% y el 20% de la población general, y que aproximadamente el 25% de los procesos respiratorios febriles podrían ser producidos por la gripe. Esta morbilidad elevada da lugar a un número importante de consultas médicas y de días laborables perdidos como consecuencia de la enfermedad. Además, determinadas personas, como las de edad avanzada, las que tienen enfermedades crónicas, las que están inmunodeprimidas y las mujeres embarazadas, entre otras, pueden sufrir la enfermedad con más gravedad y es frecuente que presenten complicaciones durante su evolución. Por estos motivos la gripe sigue siendo un problema importante de salud pública.
La gripe cursa con fiebre elevada, tos seca, dolor de cabeza y de garganta, dolor muscular y malestar general. También puede provocar diarreas, náuseas y vómitos, sobre todo en niños pequeños. En la mayoría de los casos, las personas se recuperan en 7-10 días.
La gripe puede afectar a cualquier persona, pero los más vulnerables de sufrir complicaciones son los niños menores de 2 años, las personas de edad igual o superior a 60 años, las embarazadas, las personas con obesidad mórbida y las personas de cualquier edad que sufran alguna de las enfermedades siguientes: cardiovasculares, pulmonares (incluida displasia broncopulmonar, fibrosis quística y asma), neurológicas, neuromusculares, metabólicas (incluida diabetes mellitus), insuficiencia renal, inmunosupresión, cáncer, enfermedades hepáticas crónicas, asplenia y hemoglobinopatías.
El diagnóstico de la gripe generalmente es clínico y no requiere pruebas de laboratorio. No obstante, el diagnóstico microbiológico es fundamental para poder disponer de confirmación etiológica en pacientes con factores de riesgo y en enfermos graves. La detección del virus en muestras respiratorias se puede hacer por cultivo, por técnicas de detección de antígeno y por métodos moleculares.
No existe tratamiento específico para la gripe. Se recomienda dar un tratamiento con analgésicos y antitérmicos (paracetamol) para aliviar o tratar algunos de los síntomas asociados a la gripe, como la fiebre o el dolor de cabeza.
Los antibióticos no curan la gripe. Solo en aquellos casos en que haya una sobreinfección bacteriana, como la neumonía, o en enfermos crónicos, puede estar indicado un tratamiento antibiótico preventivo para evitar complicaciones.
Los antivirales, como el oseltamivir o el zanamivir, pueden estar indicados en personas con alto riesgo de complicaciones para reducir la duración de la gripe y la posibilidad de complicaciones, pero se tienen que empezar a tomar antes de que pasen 48 horas desde el inicio de los síntomas.
La mejor forma de protegerse de la gripe es la vacunación y seguir unas buenas prácticas de higiene para evitar la propagación del virus. El objetivo de la vacunación antigripal anual es generar protección contra los virus gripales que circularán durante la temporada de gripe. Las autoridades sanitarias y las sociedades científicas de todo el mundo recomiendan de manera unánime la vacunación antigripal estacional de las personas de alto riesgo. Las vacunas antigripales son muy seguras y bien toleradas con una efectividad que oscila entre el 30% y el 70% para prevenir la hospitalización por gripe y la neumonía. En las personas mayores residentes en instituciones, las vacunas han demostrado ser efectivas entre el 50% y el 60% para prevenir la hospitalización o la neumonía, y el 80% para prevenir la muerte por gripe.
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