Prueba de esfuerzo cardiopulmonar
La prueba de esfuerzo, también denominada ergometría, consiste en realizar ejercicio físico en una bicicleta estática o con una cinta de correr. Gracias a esta técnica, el especialista puede hacer un diagnóstico o estudiar una enfermedad ya diagnosticada que no se manifiesta cuando los pacientes están en reposo.
¿Para qué sirve?
Se utiliza para diagnosticar enfermedades cardiovasculares y respiratorias que habitualmente no se manifiestan en reposo o para estudiar la evolución y el estado de una enfermedad diagnosticada.
¿Cómo se hace?
Antes de la prueba de esfuerzo se deben hacer dos electrocardiogramas, uno con el paciente tumbado y otro con el paciente de pie.
A continuación, el paciente realiza la prueba, que consiste en practicar ejercicio sobre una cinta de correr o una bicicleta estática. A medida que avanza la prueba, se va subiendo la carga de forma progresiva, de acuerdo con un protocolo establecido. La duración de la prueba es de 6 a 12 minutos en los que se realiza una monitorización electrocardiográfica continua y se mide la hipertensión varias veces.
Durante la prueba, el especialista tiene que prestar una atención especial en el momento de máximo esfuerzo para detectar una angina de pecho y dificultades para respirar o para terminar la prueba.
Riesgos
A veces pueden aparecer cambios en el ritmo del corazón y la presión arterial.