Somos la suma de cuatro hospitales: el General, el Infantil, el de la Mujer y el de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. Estamos ubicados en el Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, un parque sanitario de referencia internacional donde la asistencia es una rama imprescindible.
Te detallamos los servicios y las unidades que forman parte del Hospital Vall d'Hebron y las principales enfermedades que tratamos. También te ofrecemos recomendaciones basadas en lo que la evidencia científica ha demostrado eficaz para garantizar el bienestar y la calidad de vida.
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La viruela del mono es una zoonosis, una enfermedad infecciosa que ha pasado de un animal a los humanos. Se transmite por contacto directo o indirecto con roedores o primates vivos o muertos. Los síntomas iniciales suelen ser un periodo con fiebre, dolor de cabeza y mialgias, y entre 1 y 5 días después puede aparecer una erupción cutánea. El 23 de julio de 2022, la Organización Mundial de la Salud declaró el brote de viruela del mono como una emergencia de salud pública.
La viruela del mono es una zoonosis producida por el virus Monkeypox, que suele aparecer en regiones selváticas del centro y oeste de África. Todos los casos identificados fuera de estas áreas hasta mayo de 2022 eran casos importados o vinculados con animales. Su principal fuente de transmisión es el contacto directo o indirecto con roedores o primates vivos o muertos. La transmisión secundaria entre humanos es limitada.
El día 17 de mayo de 2022, se recibió una alerta relativa a la aparición reciente de varios casos de Monkeypox sin antecedentes de viaje reciente a áreas endémicas o contacto con otros casos conocidos. Es la primera vez que se notifican cadenas de transmisión en Europa sin vínculos epidemiológicos conocidos con África Occidental o Central.
La sintomatología inicial suele incluir un periodo con fiebre, dolor de cabeza, mialgias, astenia y linfadenopatías. Puede aparecer una erupción cutánea entre 1 y 5 días después de los primeros síntomas, normalmente con inicio en la cara y extensión al resto del cuerpo, incluidas las palmas de las manos y las plantas de los pies. El número de lesiones puede variar de unas pocas a múltiples lesiones diseminadas. En el brote actual, y dado el patrón de transmisión, las lesiones se localizan con frecuencia en la zona genital, perianal y peribucal, con un área de hiperpigmentación en torno a las lesiones. Característicamente, las lesiones evolucionan de manera uniforme y secuencial hasta hacerse costras que se secan y caen.
Suele evolucionar como enfermedad leve con una duración de 2 a 4 semanas, pero pueden aparecer complicaciones como neumonía, lesiones faríngeas que comprometen la vía aérea, sepsis, encefalitis y úlceras corneales con la consiguiente pérdida de visión.
Los casos se han identificado fundamentalmente en poblaciones de hombres que tienen sexo con otros hombres, y en la mayoría de los casos el mecanismo de transmisión identificado es el contacto físico muy próximo, principalmente en el contexto de relaciones sexuales. No obstante, la infección puede afectar a cualquier persona que entre en contacto con una persona infectada.
Actualmente, el principal mecanismo de transmisión es el contacto físico estrecho y directo con las lesiones en la piel o fluidos corporales de una persona infectada, en el contexto de relaciones sexuales u otro contacto continuado y prolongado en el tiempo.
También puede transmitirse por otros mecanismos menos importantes, como el contacto cara a cara, en el caso de secreciones respiratorias, o de forma indirecta al entrar en contacto con objetos utilizados por un caso infectado. Además, se puede dar la transmisión en mujeres embarazadas a través de la placenta en el feto, así como a través del contacto con animales infectados.
El periodo de incubación es de 6 a 16 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días.
El diagnóstico se lleva a cabo a través de una prueba específica de detección del virus, con una PCR.
El tratamiento es en su mayor parte sintomático. Debe mantenerse una buena higiene de las zonas afectadas, que deben lavarse con frecuencia con jabón o incluso con antisépticos tópicos. En aquellas lesiones que presentan sobreinfección, puede valorarse la aplicación de antibióticos tópicos o sistémicos, con arreglo a las guías actuales. En presencia de inflamación severa, puede valorarse además la administración de corticoides.
Los tratamientos antivirales específicos se reservan para complicaciones graves y deben administrarse bajo hospitalización. El único antiviral autorizado actualmente para el tratamiento es el tecovirimat.
La vacuna disponible contra la viruela del mono se comercializa con el nombre de Jynneos y contiene un virus que se ha modificado para que no pueda crecer en el cuerpo humano, producir la enfermedad ni propagarse. Como sucede con el resto de vacunas, cuando se administra, el sistema inmunitario produce anticuerpos que ayudan a proteger contra el virus de la viruela del mono.
¿A quién se recomienda la administración de la vacuna?
Actualmente, en el Estado español se recomienda la administración a personas que:
¿La vacuna funciona?
La pauta de vacunación consta de dos dosis de vacuna separadas por un mínimo de 28 días, y la mayoría de personas desarrollan anticuerpos. Por este motivo, se espera que aporte un buen nivel de protección contra la viruela del mono.
En estos momentos, existe una limitación importante en la disponibilidad de dosis, de manera que únicamente se ofrece una dosis de la vacuna al máximo número de personas. Esto puede ayudar a modificar o a reducir los síntomas de la viruela del mono. La respuesta con una única dosis de la vacuna es inferior que con dos dosis y no es inmediata: se consigue aproximadamente al cabo de 4 semanas de haber recibido la vacuna.
Efectos secundarios de la vacuna:
Como todos los medicamentos, esta vacuna puede provocar efectos secundarios, aunque no todo el mundo los sufre. Los más frecuentes incluyen dolor y picor en el lugar de la inyección y dolor de cabeza, dolor muscular, enfermedad y cansancio. Aproximadamente 1 de cada 10 personas tendrá escalofríos y fiebre, pero no deberían durar más de unos cuantos días. Si sufre alguno de los efectos secundarios mencionados anteriormente, deberá descansar, y podrá tomar la dosis adecuada de paracetamol para ayudar a aliviar los síntomas.
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