Trasplante de córnea
Existen muchos motivos por los que se puede dañar una córnea. Cuando esto sucede, se practica un trasplante de córnea que consiste en cambiar esta parte del ojo afectada por otra sana de un donante.
Las principales patologías que puede comportar un trasplante de córnea son: queratocono, cicatrices y úlceras, distrofias corneales (sobre todo la distrofia de Fuchs) y descompensaciones por cirugías y tratamientos previos.

¿Cuándo se tiene que llevar a cabo un trasplante de córnea?
Los principales síntomas que se detectan cuando hay una córnea dañada son:
- Pérdida de la visión
- Dolor en el ojo
- Descomposiciones corneales graves
El diagnóstico clínico es fundamental, pero también existen diferentes pruebas para confirmar si se debe realizar un trasplante corneal y, especialmente, de qué tipo. Estas pruebas son:
- Topografía
- Paquimetría
- Recuento endotelial mediante microscopia especular
- Tomografía de coherencia óptica del segmento anterior
¿Cómo se hace un trasplante de córnea?
El tipo de trasplante varía según la parte corneal afectada.
- Trasplante endotelial: se realiza cuando solo se ha dañado el endotelio (la capa más interna de la córnea)
- Trasplante lamelar anterior profundo: se lleva a cabo en casos de afectación de la parte anterior estromal corneal
- Queratoplastia penetrante: se practica cuando la lesión afecta a toda la córnea