Trasplante cardíaco
El trasplante cardíaco es la implantación de un corazón nuevo. Cuando los órganos que hay que trasplantar son el corazón y los pulmones se denomina trasplante cardiopulmonar. Este procedimiento es necesario cuando el paciente sufre una insuficiencia cardíaca que limita su actividad diaria y se han agotado el resto de alternativas de tratamiento para su enfermedad.

¿Para qué sirve?
El objetivo del trasplante es implantar un corazón procedente de otra persona (generalmente de un donante en muerte cerebral) para que supla las funciones del corazón de la persona enferma. A veces, la enfermedad cardíaca ocasiona problemas pulmonares o al revés: la enfermedad pulmonar ocasiona una enfermedad cardíaca. En estos casos es necesario implantar corazón y pulmones, lo que se denomina trasplante cardiopulmonar. Según el tipo de enfermedad, se trasplantarán uno o los dos órganos, siempre con la finalidad de obtener el máximo beneficio con el menor riesgo.
Antes de la intervención es necesario que un equipo de profesionales estudie al paciente siguiendo un protocolo clínico y quirúrgico con la finalidad de tener garantías de éxito.
La intervención
La intervención se realiza bajo anestesia general. Durante el proceso de trasplante cardíaco, se extrae el corazón enfermo y en su lugar se implanta uno nuevo. En algunas ocasiones se deben trasplantar también los pulmones.
Para realizar estas intervenciones es necesario un equipo multidisciplinar de profesionales altamente especializados y con experiencia, además de la tecnología más avanzada e instalaciones adecuadas.
El posoperatorio
El posoperatorio tiene lugar en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde médicos intensivistas, cirujanos cardíacos, cardiólogos y neumólogos cuidan de los pacientes hasta que están estables, para trasladarlos, en una fase posterior, a una planta de hospitalización convencional.
Durante este proceso, el médico indica el tratamiento inmunosupresor personalizado y el preventivo de infecciones que el paciente tiene que seguir con las oportunas modificaciones que, eventualmente, se puedan producir a lo largo del posoperatorio.