Donación de médula ósea
La donación de médula ósea tiene unas características diferentes de la donación de sangre convencional ya que interesa obtener las células madre (precursores hematopoyéticos) que dan lugar a los diferentes tipos de células existentes en la sangre circulante, y que permitirán repoblar la médula ósea de la persona receptora.

Tipos de donación
La donación de precursores hematopoyéticos se puede llevar a cabo de dos maneras:
- Sangre periférica: En la sangre circulante hay muy pocas células madre (CD34 +) por lo que es prácticamente imposible conseguir suficientes células madre para el trasplante de médula ósea obtenidas de la sangre de un donante sino se practica antes un procedimiento de preparación. Se administra previamente al donante G-CSF (Factor Estimulador de Colonias de Granulocitos) de forma subcutánea que permite aumentar en gran medida la cantidad de células madre circulantes en su sangre. Después, la obtención de células madre de la sangre circulante se hace mediante la punción de dos venas, por una se obtiene la sangre del donante y por la otra se devuelve. La sangre obtenida circula por un separador celular que, por centrifugación, separa sus diferentes componentes y así se obtiene el repertorio de células que interesan y se devuelve la mayor parte de la sangre de nuevo al donante. Este puede compensar rápidamente las células que se le han extraído y no sufre ningún riesgo. Es un procedimiento seguro para el donante.
- Médula ósea: actualmente se realiza este procedimiento sólo en el 20% de los casos. Esta modalidad consiste en la extracción de sangre médula de las crestas ilíacas (parte posterior-superior de la pelvis) mediante unas punciones. Este procedimiento se realiza bajo anestesia general o epidural y requiere ingreso hospitalario de 24 horas