Vall d’Hebron y el 12 de Octubre, primeros hospitales de España en recibir de AENOR la certificación CAPAC

En España se producen anualmente 52.300 paradas cardiacas, 30.000 de las cuales tienen lugar fuera del ámbito hospitalario. De las paradas cardiacas extrahospitalarias, solo una de cada diez pacientes que las sufren consigue la recuperación de la circulación espontánea y llegar al hospital con vida y, entre ellos, solo entre un 5 y el 10% se recuperan. Ofrecer una atención integral y temprana a la parada cardiorrespiratoria es fundamental tanto para mejorar las tasas de supervivencia como para minimizar las secuelas, sobre todo neurológicas. Una vez los pacientes ingresan en el hospital, hace falta que reciban curas específicas en las Unidades de Cuidados intensivos e inicien una rehabilitación precoz, a cargo de un equipo multidisciplinario que actúe de forma protocolizada para planificar las intervenciones de forma coordinada, personalizada y sistemática con cada paciente.

Con el objetivo de promover la excelencia de las unidades de resucitación cardíaca de los hospitales españoles un comité científico formado por expertos de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) y la Sociedad Española de Cardiología (SEC) pusieron en marcha el proyecto CAPAC (Certificación Asistencial en Paro cardiaco). Para demostrar la correcta implantación de los estándares de calidad asistencial recogidos en el esquema de certificación AENOR, entidad líder en generación de confianza en España, se encarga de auditar a los centros hospitalarios que los adoptan.

El Hospital Universitario Vall d’Hebron se ha convertido junto con el Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid) en ser los primeros centros del Estado en conseguir la acreditación CAPACl. “La certificación CAPAC constata que Vall d’Hebron cumple con los más altos estándares de calidad en la atención a los pacientes que sufren una parada cardiaca extrahospitalaria para maximizar su supervivencia, el retorno a la función cerebral normal y su recuperación total”, expone el Dr. Juan Carlos Ruiz, del Servicio de Medicina Intensiva y presidente de la Subcomisión de Apoyo Vital de Vall d’Hebron.

Para recibir la certificación CAPAC, el equipo auditor de AENOR tiene en cuenta, entre otras cuestiones, que los centros dispongan como mínimo de un laboratorio de angiografía coronaria, disponible las 24 horas del día los siete días de la semana, un Servicio de Urgencias, una UCI y posibilidad de llevar a cabo el estudio por imagen de los pacientes, como ecocardiografía, tomografía computarizada y resonancia magnética como requisitos mínimos. Otros requisitos que se tienen en cuenta en el proceso de auditoría son la posibilidad de realizar un cateterismo cardíaco inmediato y que la UCI disponga de medios para implementar una terapia de control estricto y continuo de temperatura, estar dotados de los medios necesarios para una correcta estratificación pronóstica, tanto neurológica como funcional, y de un sistema de apoyo y rehabilitación después de la hospitalización, así como disponer de programas de donación de órganos, incluida la donación en asistolia, para aquellos pacientes en los cuales no se consiga la reanimación o se decida retirar las medidas de apoyo vital.

Referentes en la atención del paciente que sufre una parada cardiorrespiratoria

Vall d’Hebron atiende a un centenar de pacientes al año después de sufrir una parada cardiorespiratoria. Dispone de una UCI inteligente, inaugurada en 2018, equipada con la tecnología más avanzada y conectada a la Smart Display, un programa único en España que integra todos los datos clínicos y de seguridad y las transforma en información que facilita la toma de decisiones por parte de los profesionales. La Unidad de Hemodinámica de Vall d’ Hebron es un referente con una gran experiencia en los procedimientos coronarios, con tres salas para hacer intervenciones. Además, en 2021 inauguró una nueva Unidad de Arritmias, con dos laboratorios de electrofisiología con tecnología punta donde se pueden diagnosticar y tratar a la vez arritmias lentas (bradicardias) y rápidas (taquicardias), tanto de adultos como de niños.