Especialistas del Servicio de Psiquiatría diseñan el Programa TaySH para el tratamiento de conductas autolesivas no suicidas en adolescentes y jóvenes

La Dra. Natàlia Calvo, psicóloga clínica y coordinadora de Psicología del Programa TLP para adolescentes y adultos jóvenes del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitari Vall d’Hebron e investigadora del grupo de investigación en Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), y el Dr. Marc Ferrer, jefe de Sección de Hospitalización del mismo Servicio de Psiquiatría e investigador principal del grupo de investigación en Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR, junto con el Dr. Josep Antoni Ramos-Quiroga, jefe del Servicio de Psiquiatría y jefe de dicho grupo de investigación, y con la colaboración de Eudald Castell y Zaira Nieto, residentes de Psicología Clínica también del Servicio de Psiquiatría, constituyen el equipo de especialistas de Vall d’Hebron que han diseñado y desarrollado un protocolo de intervención precoz para abordar y reducir las conductas autolesivas no suicidas en adolescentes y jóvenes entre 15 y 25 años. Dicho protocolo se recoge en el libro “Programa TaySH. Intervención psicoterapéutica para conductas autolesivas no suicidas en adolecentes y jóvenes adultos”, y pretende convertirse en un programa de refe­rencia específico para este grupo de población.

“Se calcula que alrededor del 17-18% de personas jóvenes en todo el mundo se autolesionan. Además, los últimos años también se están observando conductas autolesivas en edades pediátricas, en torno a los 12 años y acompañadas de depresión, ansiedad y trastornos de conducta alimentaria”, afirma el Dr. Josep Antoni Ramos-Quiroga. Estos y estas pacientes, que llegan al hospital mediante las urgencias del Hospital Infantil, son derivados a las consultas externas del Servicio de Psiquiatría para tratar la conducta autolesiva no suicida.

“La idea de elaborar este programa surge del incremento significativo de este tipo de conductas y, en consecuencia, de la necesidad de disponer de tratamientos específicamente diseñados para abordar las conductas autolesivas no suicidas y otras conductas de riesgo asociadas a la desregulación emocional e impulsividad en adolescentes y adultos jóvenes, y que no sean manifestaciones de otros trastornos psicopatológicos más graves”,explica la Dra. Natàlia Calvo. En este contexto clínico, y ante la escasez de este tipo de tratamientos, los autores han decidido estructurar y manualizar esta intervención, que se caracteriza por estrategias terapéuticas basadas en la evidencia científica y en la experiencia clínica del equipo, para atender a los y las pacientes cuando debutan con estas conductas, antes de que cristalicen en un trastorno más severo. Este tipo de intervención precoz puede contribuir a reducir las consecuencias a medio o largo plazo y aumentar las posibilidades de remisión.

“El Programa TaySH prevé llevar a cabo 12 sesiones individuales semanales (agrupadas en 4 módulos), de carácter ambulatorio, que tienen como objetivo principal reducir las conductas autolesivas no suicidas mediante la adquisición de nuevas habilidades y estrategias para el manejo de la desregulación emocional y la impulsividad, que son la base de las autolesiones, y substituirlas por conductas funcionales y adaptativas” informa la Dra. Calvo.  Los pacientes dispondrán del material elaborado por los autores. Asimismo, el programa incluye tres sesiones psicoeducativas para padres y/o cuidadores, para acompañarlos en este proceso.

“Es importante ofrecer opciones de tratamiento multidisciplinares, versátiles y sobre todo adaptables a sus hábitos. Por ello, aunque en una primera fase el programa se aplicará en un entorno hospitalario, se ha diseñado una estructura de terapia para que pueda ser aplicado tanto en el ámbito sanitario como en los no sanitarios”, explica el Dr. Marc Ferrer, quien considera que para el éxito del tratamiento es importante acercarse al entorno habitual y reducir el estigma asociado a estas conductas. “Es evidente la necesidad de incrementar los recursos para el tratamiento, pero para que éstos sean eficaces se deben tener muy claras las necesidades actuales de los más jóvenes”, concluye el Dr. Ferrer.