Terapia Electroconvulsiva (TEC)
La terapia electroconvulsiva (TEC) consiste en producir una ligera actividad convulsiva mediante la administración de un estímulo eléctrico corto y controlado de frecuencia variable a través de electrodos que se colocan en la superficie craneal. Esta actividad convulsiva produce cambios bioquímicos en el cerebro que ayudan a la mejora, o incluso a la remisión de los síntomas.
TEC
La TEC es un tratamiento médico seguro y eficaz, indicado sobre todo en los trastornos depresivos: Depresión mayor grave con síntomas psicóticos o con alto riesgo de suicidio y deterioro físico grave. También está indicada en determinados trastornos psicóticos, manía aguda y trastornos mentales graves resistentes al tratamiento farmacológico. Asimismo, la TEC está indicada en patologías no psiquiátricas del ámbito de la neurología como la epilepsia refractaria, enfermedad de Parkinson, síndrome neuroléptico maligno y discinesia tardía.
Su aplicación ha evolucionado notablemente, es una técnica indolora que se realiza bajo control anestésico breve, con miorrelajación y ventilación artificial. Se induce una estimulación eléctrica con aparatos asistidos por ordenador modulares que monitorizan electroencefalográficamente una convulsión ligera inducida por ondas de pulsos breves. De este modo se consigue administrar la mínima intensidad en la estimulación eléctrica con una disminución de los efectos secundarios cognitivos y una reducción drástica de las complicaciones asociadas al tratamiento. Se considera, hoy en día, que es una técnica sin contraindicaciones absolutas.
Sin embargo, pacientes con trastornos psiquiátricos refractarios a los tratamientos convencionales no han sido tratados con la TEC, a pesar de su alto grado de seguridad y predictibilidad terapéutica. Esta inhibición terapéutica puede ser debida al estigma basado en creencias desfasadas en relación al tratamiento.