Consejos para trabajar la prevención de las violencias sexuales hacia la infancia y la adolescencia
Las violencias hacia la infancia y la adolescencia son un problema grave de salud pública y una violación de los derechos humanos, con importantes consecuencias en la salud a corto y largo plazo, según la OMS, tanto en la salud física y psicológica, como en las repercusiones sociales.
Equipo EMMA
La Unidad de atención a las violencias hacia la infancia y la adolescencia del Hospital Universitario Vall d'Hebron (Equipo EMMA) es un equipo multidisciplinario formado por Pediatría, Trabajo Social Sanitario y Psicología Clínica, que pretende dar respuesta a las necesidades propias de las situaciones de violencia hacia la infancia y la adolescencia desde una perspectiva médica, psicológica y social. Los objetivos del Equipo Emma son mejorar la sensibilización y detección de las violencias y trabajar en la recuperación de estos niños, adolescentes y familias cuidadoras. El modelo de este equipo es el de trabajar de manera coordinada con el territorio y las instituciones implicadas en estos casos, integrando la perspectiva del niño y del adolescente, así como la perspectiva de género en sus actuaciones, disminuyendo la revictimización y potenciando la recuperación de estos niños/as y adolescentes.
Consejos
Estos son los 7 consejos sobre la violencia en la infancia y la adolescencia:
- Desde muy pequeños se tiene que hablar con los niños y niñas de las partes íntimas del cuerpo y denominarlas por su nombre: pechos, vulva, pene y culo. Y tenemos que dejar muy claro que nadie se los puede tocar ni ellos pueden tocar las de los otros.
- El mensaje más importante de autoprotección es enseñar a las niñas y a los niños a pedir ayuda y que sepan cuáles son las personas de su círculo de confianza a quien pueden acudir.
- Los niños y niñas tienen derecho a no hacer abrazos, besos u otras muestras de afecto si no lo desean. Los niños tienen una importante conciencia sensorial que los ayuda a identificar el que los gusta del que no y que tiene un importante valor protector.
- Hay que trabajar con los niños y adolescentes que las relaciones afectivas se basan en el respeto, la confianza, la comunicación y el consentimiento.
- Se tiene que hablar de todo abiertamente y facilitar el diálogo. El secretismo está ligado al uso de poder de parte del agresor, que generando miedo, vergüenza o culpa y manipula al niño o adolescente con amenazas, chantajes o falsas promesas.
- Cuando un niño o adolescente revela los hechos, es esencial hacer preguntas abiertas y no poner en entredicho la credibilidad del relato. Es fundamental que la víctima se sienta escuchada, ayudada y acompañada.
- La violencia sexual entre iguales es también una realidad que a menudo como sociedad no queremos ver. En la prevención de estas situaciones, las escuelas, la familia, las organizaciones juveniles, el internet y los medios de comunicación pueden ser un elemento clave.