Tronco arterioso
El tronco arterioso es una cardiopatía congénita. En el corazón nacen solo un vaso y una válvula, en vez de las dos arterias y las dos válvulas habituales. Se asocia siempre a una comunicación intraventricular, que es un agujero en el tabique que separa los dos ventrículos.
La salida de un solo vaso del corazón implica que la sangre oxigenada está mezclada con la no oxigenada y llega así a los pulmones y al resto del cuerpo. De este único vaso, emergen las arterias que irrigan todo el cuerpo y las que irrigan los pulmones. Como hay un aumento del volumen de la sangre que pasa por los pulmones, se puede desencadenar una insuficiencia cardíaca congestiva y daño pulmonar.
Los síntomas
Los síntomas más comunes del tronco arterioso son:
- cianosis (coloración azulada de la piel)
- fatiga
- palidez
- frecuencia respiratoria y cardíaca aumentada
¿A quién afecta el tronco arterioso?
Es una cardiopatía rara que afecta a menos de 1 de cada 10.000 niños y lo hace de la misma manera en los dos sexos. Puede estar asociada a anomalías cromosómicas, como el síndrome de DiGeorge o la deleción 22q11.
El diagnóstico
El diagnóstico del tronco arterioso se lleva a cabo mediante ecocardiograma, habitualmente de forma prenatal o en las primeras horas de vida. Normalmente con eso es suficiente para hacer el diagnóstico y no se tienen que hacer más pruebas.
El tratamiento habitual
Se corrige mediante cirugía en el periodo neonatal, en el que se separan las dos circulaciones con la colocación de un conducto hacia la arteria pulmonar y el cierre de la comunicación intraventricular.
La mayor parte de los niños intervenidos se recuperan y se desarrollan con normalidad.
En algunos casos es posible que se necesiten procedimientos adicionales antes de llegar a la edad adulta.