Consejos de salud para pacientes con virus respiratorio sincicial (VRS)
El virus respiratorio sincicial (VRS) es el responsable del 75% de los casos de bronquiolitis diagnosticados durante el periodo epidémico, es decir, de octubre a abril. Los principales síntomas son la dificultad respiratoria y la existencia de sibilancias audibles. Aunque se trata de un virus altamente contagioso, existen una serie de medidas preventivas de alta eficacia.
¿Qué debes tener en cuenta si sufres bronquiolitis aguda?
La bronquiolitis aguda es una infección del tracto respiratorio inferior habitual en niños menores de dos años. Esta infección, producida por el VRS, se manifiesta con síntomas catarrales leves o moderadas, aunque si no se trata, puede ir progresando y provocar cuadros graves de bronquiolitis o neumonías.
Los síntomas de la bronquiolitis aguda pueden variar según la edad de la persona paciente:
- En adultos y la mayoría de niños sanos: síntomas respiratorios de las vías altas (rinitis, tos leve, sibilancias leves)
- En lactantes y prematuros: habitualmente síntomas respiratorios de las vías bajas (bronquiolitis, neumonía)
La transmisión del virus se puede producir por dos vías:
- Directamente: por contacto con secreciones de un individuo infectado (medio húmedo)
- Indirectamente: por contacto con superficies, como muebles (por ejemplo, expuestos a secreciones infecciosas)
Las medidas preventivas para evitar la transmisión de este virus son:
- La higiene de manos: hay que lavarse las manos antes de tocar al niño.
- Se deben lavar los juguetes, sobre todo después de que los hayan utilizado otros niños o adultos enfermos.
- Hay que lavar bien los utensilios personales (platos y biberones) y utilizar material específico para el niño diferente al de los adultos.
- Se deben utilizar pañuelos de un solo uso (de papel) y tirarlos inmediatamente (no reutilizarlos).
- Hay que evitar el contacto físico del niño con personas con síntomas respiratorios o fiebre. Se puede evitar la infección si nos mantenemos a una distancia de 1,8 m de la persona con síntomas.
- Se tienen que evitar los entornos cerrados y las aglomeraciones.
- La persona paciente no se debe exponer al humo del tabaco.
- Hay que promover la lactancia materna, ya que protege de las infecciones.
La hospitalización es más habitual en los niños que pertenecen a grupos de alto riesgo:
- Niños que han nacido prematuros
- Niños con enfermedades pulmonares crónicas
- Niños con cardiopatías congénitas
En los casos anteriores se aconseja administrar una profilaxis con palivizumab, puesto que está comprobado que reduce las hospitalizaciones por VRS.
Sobre el palivizumab
- Es una inmunización pasiva que previene la infección por VRS (no es una vacuna).
- No acostumbra a presentar efectos adversos y no interfiere en el calendario de vacunación.
- Es necesario velar por el buen cumplimiento de las dosis, ya que cada dosis tiene un efecto aproximado de 30 días.
- Debe ser administrada por un profesional sanitario en una consulta hospitalaria (no se puede administrar en un centro de atención primaria).
- Se tendrá que administrar una dosis, que variará según el peso del niño, una vez al mes durante el periodo epidémico (cinco dosis en total) y mediante una inyección intramuscular en la cara y/o la zona anterolateral del muslo.