Coronavirus SARS-CoV-2 y personas mayores: afectación y medidas de prevención
Personas mayores y riesgo de contagio
Aunque no está demostrada una relación directa entre personas mayores y riesgo de contraer el coronavirus SARS-CoV-2, las personas de edad avanzada que sufren la infección COVID-19 tienen más posibilidades de desarrollar complicaciones graves. Este hecho está relacionado con el envejecimiento y las enfermedades crónicas que sufre con frecuencia este colectivo.
De hecho, según la Sociedad Europea de Medicina Geriátrica, el análisis de los datos actuales muestra que las tasas de mortalidad en pacientes infectados mayores de 80 años están al alrededor de un 15 %; mientras que esta cifra disminuye a menos del 0.5 % en personas de menos de 50 años.
Medidas de prevención
Las personas de edad avanzada, en particular aquellas más frágiles y con patologías crónicas (enfermedades respiratorias, cardíacas, renales, o diabetes, entre otros), deben seguir unes medidas preventivas estrictas para minimizar el riesgo de contagio. Además de los principios habituales, se pueden seguir otras pautas que permiten disminuir una posible infección como:
- Confinamiento en el domicilio. Las personas mayores, especialmente las personas de más de 80 años, se deben confinar en sus domicilios y eludir salir a la calle, excepto para situaciones de emergencia. Ante la aparición de síntomas u otros problemas médicos tienen que contactar con su Centro de Atención Primaria y seguir las pautas que les indiquen.
- Restricción de visitas y contacto. Las visitas a este colectivo deben reducirse a las de sus cuidadores o familiares que los cuidan, que velan para cubrir sus necesidades diarias. Deben evitar contacto con familiares y amigos con síntomas de infección respiratoria, así como con niños y adolescentes.
- Extremar las medidas higiénicas. Tanto la limpieza del domicilio como las medidas higiénicas deben potenciarse para evitar contagios o infecciones.
- Realizar ejercicio físico. Es importante que continúen, a pesar de estar en el domicilio, realizando la misma o similar actividad física: pueden pasear o hacer una rutina de estiramientos sencillos dentro de casa para ayudar a la musculación a mantenerse activa.
Pautas para cuidadores y familiares
Las personas o parientes que cuidan a los ancianos deben mantener una visión integral de las necesidades de este grupo. Además, al estar en contacto físico y social constante con las personas a cargo, deben potenciar algunas de las medidas para evitar ser un vehículo de transmisión. Por lo tanto, deben ser concisos en la higiene, especialmente de las manos, usando agua y jabón o soluciones antisépticas, y secándose con toallitas desechables.
También es importante no descuidar la comunicación. A pesar del confinamiento en el hogar y la restricción de las visitas a los ancianos, es importante que no se pierda la socialización y que puedan sentirse aislados. Por este motivo, es recomendable promover canales de comunicación no presenciales, como el teléfono, la videoconferencia, WhatsApp o las redes sociales.
En el caso de que el cuidador tenga algún síntoma relacionado con COVID-19 (tos, fiebre o malestar general), es recomendable delegar a otro cuidador o familiar sus responsabilidades para prevenir infecciones y consultar con el especialista.