Estudio electrofisiológico
Es una prueba diagnóstica para pacientes con enfermedades del corazón, o con sospecha de que sufran alguna, o que presentan alteraciones del ritmo cardíaco, lo que se denomina arritmias. Esta técnica nos permite conocer el tipo y gravedad de las arritmias, la zona del corazón donde se originan y los trastornos que producen, y enfocar mejor el tratamiento que se debe aplicar.
¿Cómo se hace?
Para realizar un estudio electrofisiológico, es necesario que los pacientes estén en ayunas, conscientes, sedados y tumbados. Una vez situados en la sala de exploraciones, se les aplica anestesia local en la zona de la piel donde se efectuará la punción, que normalmente es la ingle, el brazo o el cuello.
A través de las venas o arterias donde se ha hecho la punción se introducen varios catéteres (cables muy finos, largos y flexibles) que llegan hasta el corazón, siempre bajo control radioscópico. Los catéteres sirven para registrar permanentemente la actividad eléctrica del corazón desde su interior; pero también como marcapasos, cuando se conectan a un aparato estimulador externo. A veces, es necesario administrar algún fármaco durante la prueba para precisar el diagnóstico de la arritmia.
La duración del estudio es variable y, una vez realizada la prueba, es necesario que el paciente haga reposo en la cama durante unas horas.
Riesgos
Es habitual que note palpitaciones en muchos momentos del estudio, ya que los catéteres las provocan o por efecto de la medicación administrada. A veces, puede ser imprescindible recurrir a un choque eléctrico para resolver un problema repentino. La mayoría de las veces solo se sentirá una leve molestia en la zona de punción, o la aparición de un hematoma, que se reabsorberá casi siempre espontáneamente. Son muy poco frecuentes otras complicaciones relacionadas con el procedimiento (flebitis, trombosis venosa o arterial, complicaciones vasculares que requieran cirugía, hemorragia que necesite transfusión, perforación cardíaca con taponamiento, embolia pulmonar o sistémica), si bien algunas de ellas son graves y requieren actuación urgente. Es excepcional el riesgo de muerte (1 por 3.000).
Otros riesgos o complicaciones que podrían aparecer, dada la situación clínica y las circunstancias personales.
En tu estado clínico, los beneficios derivados de la realización de esta prueba superan los posibles riesgos. Si aparecen complicaciones, el personal médico y de enfermería que te atiende está capacitado y dispone de los medios para intentar resolverlas.