Cómo afecta la COVID-19 a la población
La incidencia de la infección respiratoria provocada por el coronavirus es mucho más elevada en las personas adultas. Los niños solo representan entre el 1% y el 2% de los casos, y la gran mayoría presentan una sintomatología leve.
Entre la población existen grupos de más riesgo, como son las personas adultas mayores de 65 años y las personas con enfermedades crónicas como las cardiovasculares, las pulmonares o la diabetes. Actualmente, no se ha demostrado que sean un grupo de riesgo los pacientes pediátricos con enfermedades crónicas y/o inmunodeprimidos.
Qué medidas de prevención puedo tomar
Hay cuatro medidas esenciales para evitar contagiarse de la COVID-19, que son:
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Lavarse las manos. Es conveniente mantener la higiene de las manos y lavárselas a menudo (con agua y jabón o soluciones alcohólicas al 70%), especialmente después del contacto directo con personas enfermas o su entorno.
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Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca. Después de manipular objetos, hay que procurar no tocarse la boca, la nariz y los ojos sin haberse lavado las manos.
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Utilizar pañuelos desechables. Conviene taparse la boca y la nariz con pañuelos de un solo uso o con la cara interna del codo en el momento de toser o estornudar y lavarse las manos enseguida después de hacerlo.
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No compartir comida, utensilios (cubiertos, vasos, servilletas, pañuelos, etc.) ni otros objetos sin limpiarlos adecuadamente.
Convivencia con personas infectadas
En caso de que alguna de las personas con las que se convive presente sintomatología respiratoria, la primera indicación sería la de cambiar de domicilio temporalmente y evitar cohabitar con ella. En caso de que esto no pueda realizarse, el familiar con sintomatología deberá permanecer aislado del resto de los miembros del hogar en una habitación bien ventilada y utilizar, si es posible, un lavabo propio.
Las personas que lo atiendan tendrán que utilizar mascarilla quirúrgica y guantes para evitar el contacto con los fluidos corporales del enfermo. Asimismo, deberán mantener unas pautas de higiene estrictas, como lavarse las manos a menudo con agua y jabón y una distancia de seguridad mínima de un metro. Los menores, es necesario que lleven siempre una mascarilla quirúrgica o la recomendada por su médico o médica.
¿Qué debemos hacer si nos encontramos mal?
Los síntomas más comunes que provoca el contagio por la COVID-19 son fiebre, tos, dolor de garganta o dificultad respiratoria. En caso de que se presente uno o más de estos síntomas, lo primero que se debe hacer es llamar al médico o médica habitual, y no ir al centro de atención primaria (CAP) de forma presencial. Si no es posible contactar, llamad al 061 CatSalut Respon, el servicio de atención telefónica del sistema sanitario catalán, para que os indiquen qué hacer.
En caso de presentar dificultades para respirar, fiebre alta que no baja con antitérmicos o malestar general, se debe ir a Urgencias.
Si habéis estado en contacto con alguien con COVID-19, se tiene que vigilar la aparición de síntomas.
No se debe interrumpir el tratamiento
Los pacientes con patologías crónicas o inmunodeprimidos han de mantener su tratamiento farmacológico habitual, siempre que su médico o médica no les indique lo contrario.