Fiebre en niños
La fiebre es la respuesta del cuerpo ante una infección y es el signo más común de una enfermedad. Es un mecanismo de defensa del cuerpo para combatir una posible infección. Consideramos que hay fiebre cuando la temperatura del cuerpo supera los 38 °C en el recto o los 37,5 °C en la axila. Entre 37 y 38 grados lo denominamos febrícula o décimas. Junto con la fiebre puede aparecer sensación de frío, malestar, falta de apetito, pero normalmente los pequeños la toleran bien.

La fiebre no es una enfermedad sino una respuesta defensiva del cuerpo. Los tratamientos para la fiebre sirven para aliviar el malestar.
El termómetro
Para saber si hay fiebre, hay que utilizar un termómetro siempre. El termómetro digital es el más indicado. Para utilizarlo es necesario que lo coloquemos en la axila de la persona enferma durante aproximadamente dos minutos, hasta que suene la alarma. En los lactantes se puede introducir en el recto; pero hay que tener en cuenta que en esta vía se considera fiebre cuando la temperatura obtenida es mayor de 38 °C.
¿Qué tenemos que hacer cuando aparece la fiebre en niños?
- Darles zumos o agua
- Si no quieren comer, no los tenemos que forzar
- Es necesario mantener una temperatura agradable del domicilio y evitar un exceso de ropa
- Tapar cuando tiemblan y destapar cuando sudan
¿Cuándo hay que recurrir a los antitérmicos?
Si aunque hemos aplicado las medidas anteriores, la fiebre se mantiene por encima de los 38 ºC y el niño tiene malestar general, se pueden administrar antitérmicos.
Los medicamentos que se usan a menudo son el paracetamol y el ibuprofeno. Ambos se pueden administrar en gotas o jarabe.
¿Qué debes tener en cuenta a la hora de administrar los antitérmicos?
- No es necesario bajar la fiebre en todas las circunstancias con antitérmicos, solo cuando el niño se encuentre mal, que normalmente es entre los 38 ºC y los 38,5 ºC
- El objetivo no es que el niño se encuentre como cuando no tiene fiebre, sino aliviar su malestar
- Usa las dosis de antitérmicos recomendadas por el pediatra y respeta los horarios de las tomas, aunque la fiebre aparezca antes.
- Es mejor administrar los antitérmicos por la boca, vía oral, que por el ano, vía rectal. Ya que por la primera vía el cuerpo los absorbe mejor.
- No está comprobado que alternar los medicamentos sea más eficaz para tratar la fiebre y el malestar. La alternancia puede provocar confusiones al administrarlos, por lo tanto, no es recomendable hacerlo de forma habitual.
- El ibuprofeno se puede emplear a partir de los 6 meses de vida.
- No utilizar Nolotil como tratamiento de elección ( excepto en caso de prescripción médica)
- En menores de 3 meses, es necesario que el pediatra revise al niño antes de administrarle paracetamol.
- No es recomendable administrar antitérmicos para prevenir reacciones a las vacunas.
- Mantén los medicamentos lejos de los niños.
Cuando hay que ir a Urgencias
- Si el bebé tiene menos de 3 meses.
- Si está muy irritable, decaído o tiene mucha somnolencia.
- Si aparecen convulsiones.
- Si se queja de dolor de cabeza intenso y vomita varias veces.
- Si presenta dificultad respiratoria.
- Si aparecen manchas en la piel que no desaparecen con la presión.
- La temperatura es igual o superior a 39 °C o persiste durante más de dos días.
En resumen, cuando tenemos una infección y el cuerpo sube de temperatura, se produce lo que denominamos fiebre. Los antitérmicos no curan la infección, solo alivian sus síntomas.