Tratamiento
Con respecto al tratamiento, existen varias opciones, como los corticoides, inmunosupresores y agentes biológicos, que se utilizan teniendo en cuenta la actividad o la localización de la enfermedad, y según las complicaciones que se puedan presentar.
Lo más importante, una vez acordado el tratamiento con el especialista, es no dejarlo, ya que eso implicaría recaídas y un mal control de la enfermedad.