Dr. Jorge Pagola

Mi trabajo diario abarca la práctica clínica, la docencia y la investigación. Como médico, soy neurólogo vascular y brindo atención hospitalaria y servicios de guardia. Me especializo en el ictus cardioembólico, tanto en su diagnóstico como en su tratamiento. Como docente, coordino la formación en ultrasonido focalizado a nivel nacional e internacional. Mi línea de investigación se centra en el diagnóstico y tratamiento del ictus isquémico. En mi tesis doctoral de 2010 defendí la influencia del tratamiento fibrinolítico avanzado en el ictus con peor pronóstico: la trombosis basilar. Posteriormente, ya en la época del desarrollo de la trombectomía, publicamos la utilidad de los recuperadores de stent y, en los últimos años, he colaborado en el desarrollo y la mejora de este tipo de tratamiento, que ha demostrado su impacto en la mejoría clínica y la reducción de la mortalidad. En los últimos años, mi investigación se ha centrado en el diagnóstico de la causa del ictus mediante técnicas avanzadas, ya que, en mi opinión, no tenía sentido seguir realizando tratamientos endovasculares sin conocer el origen del ictus en hasta el 30 % de los casos. Hemos desarrollado nuevas técnicas diagnósticas que se han adaptado a nuestra práctica clínica diaria (Holter portátil, ecocardiografía focalizada, análisis de la deformabilidad auricular). En los últimos años, nuestro grupo ha seguido innovando en la detección de la fibrilación auricular, ahora con pulseras inteligentes que empoderan al paciente en su autocuidado. En este esfuerzo por mejorar el diagnóstico, hemos creado un protocolo para analizar el trombo extraído de la oclusión cerebral aguda. Hemos desarrollado líneas de investigación para determinar, mediante análisis histológico, inmunohistoquímico y proteómico del trombo, la causa del ictus y la respuesta tanto a los fármacos trombolíticos como a la terapia endovascular. Finalmente, hemos creado una nueva línea innovadora: la citometría del trombo extraído en la trombectomía del ictus agudo. Esta técnica, más rápida y económica que el análisis histológico convencional, ha demostrado su capacidad para identificar trombos de origen cardioembólico y aquellos más resistentes a la recanalización.