Tratamientos
- Medicamentos anticrisises (MAC): Son la primera línea de tratamiento para la mayoría de las personas con epilepsia. Estos medicamentos ayudan a prevenir las crisis de manera eficaz en la mayoría de pacientes.
- Dieta cetogénica: Es una dieta rica en grasas y baja en carbohidratos que puede ser eficaz en algunos casos de epilepsia refractaria, especialmente en niños.
- Cirugía: En algunos casos, la cirugía puede ser una opción. Esto puede incluir la resección del tejido cerebral que origina las crisis o la implantación de electrodos para la estimulación cerebral. En algunos casos, se puede utilizar la terapia con láser o termocoagulación para delimitar y tratar áreas cerebrales específicas responsables de las crisis.
- Neuroestimulación: Estimulación del nervio vago (VNS): Es una terapia en que un dispositivo implantado en el pecho envía impulsos eléctricos al nervio vagal que llegan al cerebro, todo ayudante a controlar las crisis especialmente convulsivas.
- Estimulación cerebral profunda: implica la implantación de electrodos en una parte del cerebro, la estimulación de las cuales puede ayudar a controlar las crisis.
- Tratamiento de urgencia: En casos de urgencia o de convulsiones prolongadas, se pueden utilizar medicamentos como el diazepam o similares para interrumpir rápidamente estas crisis graves.
- Terapia ocupacional y física: En algunos casos, estos tipos de terapias pueden ser útiles para mejorar la calidad de vida y la función diaria de los pacientes.
- Cambios en el estilo de vida: Hacer cambios en el estilo de vida, como por ejemplo evitar el alcohol, mantener una buena higiene del sueño y reducir el estrés, puede ser beneficioso para las personas con epilepsia.
Es importante notar que el tratamiento de la epilepsia requiere la supervisión y orientación de un médico especializado en epilepsia. Estos profesionales podrán evaluar cada caso específico y diseñar un plan de tratamiento adaptado a sus necesidades.