Vall d’Hebron mejora las habilidades de los equipos multidisciplinares de resucitación cardiopulmonar extracorpórea y donación en asistolia no controlada mediante formación con simulación in situ

La supervivencia a una parada cardiorrespiratoria que no responde a las maniobras de resucitación cardiopulmonar iniciales es muy baja. El uso de la oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) en estos pacientes en paro cardiaco refractario, lo que se conoce como resucitación cardiopulmonar extracorpórea (ECPR), se ha implementado en los últimos años para ofrecer una opción de supervivencia a estos enfermos, siempre y cuando sea realizada en centros con amplia experiencia y por equipos expertos y muy entrenados. Vall d’Hebron ha realizado durante cuatro jornadas nuevas ediciones del curso de resucitación cardiopulmonar extracorpórea (ECPR), incluyendo también la donación en asistolia no controlada (DANC).

Estas técnicas complejas requieren la intervención y coordinación de equipos multidisciplinarios para evaluar la indicación, hacer el procedimiento y minimizar el tiempo que se emplea al aplicar la técnica. Un total de 64 profesionales entre médicos y enfermeros de los servicios de Medicina Intensiva, Urgencias, Cardiología, Coordinación de Trasplantes, además de médicos y técnicos en emergencias sanitarias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), han participado durante el 22, 23, 27 y 28 de junio en sesiones de seis horas eminentemente prácticas para realizar ECPR y DANC siguiendo las recomendaciones y protocolos de Vall d’Hebron.

En esta nueva edición, el curso también se ha realizado a través de técnicas de simulación de alta fidelidad in situ, en las cuales se han recreado dos escenarios de paro cardiaco al Servicio de Urgencias en que cada uno de los participantes del curso (16 alumnos en cada jornada) lo atendían desde su puesto de trabajo al circuito asistencial que sigue en la vida real. “La resucitación cardiopulmonar extracorpórea es un procedimiento de altísima complejidad que requiere un equipo con experiencia y muy coordinado. Realizarlo de forma simulada en el entorno real y sobre todo analizar cómo se ha desarrollado el caso en la sesión de debriefing posterior permite mejorar los equipos con una experiencia inmersiva en un entorno controlado para mejorar tanto las habilidades técnicas como sobre todo las no técnicas”, resume el Dr. Eduard Argudo, del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Vall d’Hebron y uno de los directores y coordinadores del curso, que junto con el Dr. Jordi Riera, director del programa de ECMO de adulto de Vall d’Hebron, la Dra. María Martínez del Servicio de Medicina Intensiva, los Dres. Jordi Llaneras y Ada Redondo del Servicio de Urgencias, el Dr. Cristopher Mazo de Coordinación de Trasplantes y las enfermeras del equipo de ECMO del Servicio de Medicina Intensiva Elisabet Gallart, Gemma Marín i Anna Lamora han estado participando como docentes en las cuatro ediciones realizadas.

El curso consta de una primera parte teórica sobre la fisiología del paro cardiaco y la optimización de la resucitación cardiopulmonar de alta calidad, seguida de los protocolos de ECPR y DANC y un taller que introduce a la simulación de alta fidelidad. A continuación, tiene lugar la parte práctica, donde se realizan dos simulaciones in situ de alta fidelidad: una parada cardiorespiratoria extrahospitalaria trasladada por el SEM y una parada cardiorespiratoria intrahospitalaria al espacio de urgencias. Vall d’Hebron ya ha atendido más de 60 pacientes en paro cardiaco con resucitación cardiopulmonar extracorpórea (ECPR). Entre ellos Audrey, reanimada en Vall d’Hebron después de seis horas de paro cardiaco por hipotermia accidental, un caso que hizo la vuelta al mundo y fue publicado en la revista médica The Lancet. Solo el año pasado, Vall d’Hebron atendió 26 pacientes con ECPR.