Vall d’Hebron participa en la creación de una nueva norma de excelencia de equipos de infusión y acceso vascular de ámbito estatal
Se trata de una técnica de alta complejidad: los catéteres se implantan de forma ecodirigida en pacientes con tratamientos de larga duración y/o con dificultades de acceso venoso.
El Hospital Universitario Vall d’Hebron ha participado en la creación de una nueva norma de excelencia de equipos de infusión y acceso vascular de ámbito estatal presentada hoy por la Sociedad Española de Infusión y Acceso Vascular (SEINAV) y promovida por la empresa Becton Dickinson, que desarrolla estos dispositivos médicos. La colocación de accesos venosos constituye una de las principales fuentes de riesgo de infección para el paciente hospitalario y esta norma, validada gracias a tres proyectos pilotos realizados en Vall d’Hebron, el Hospital del Mar de Barcelona y el Hospital Universitario de Donostia, tiene por objetivo mejorar la seguridad y la calidad de vida de los pacientes que los necesitan. Se trata de una técnica de alta complejidad: los catéteres se implantan de forma ecodirigida –con ayuda de un ecógrafo– en pacientes con tratamientos de larga duración y/o con dificultades de acceso venoso.
Bajo el liderazgo de la Dirección de Enfermería y coordinado desde la Unidad de Gestión de Conocimiento y Evaluación, la Unidad de Accesos Venosos de Vall d’Hebron se puso en marcha en 2017 con el objetivo general de mejorar la seguridad y calidad asistencial con prácticas seguras. Además, también contribuye a gestionar y preservar de manera segura el capital venoso del paciente, impulsar una cultura organizativa orientada a la estandarización, a la evidencia científica y a la mejora continua de la práctica clínica, mejorar la satisfacción del paciente y profesional e impulsar la investigación e innovación. “Estandarizar la práctica y promover la especialización y la formación continua entre los profesionales de enfermería que colocan accesos vasculares en pacientes pediátricos y adultos es fundamental, y esta nueva norma trabaja en este sentido”, explica Raquel Corredor, jefe de la Unidad de Accesos Venosos de Vall d’Hebron.
Los enfermeros de la Unidad de Accesos Venosos de Vall d’Hebron habitualmente se desplazan al lugar donde está al paciente –ya sea al Hospital General, al Hospital de Traumatología, Rehabilitación y Quemados o al Hospital Infantil y de la Mujer– acompañados de un ecógrafo portátil y con tecnología avanzada para comprobar la correcta colocación del catéter. En total, dan cobertura en las 32 Áreas de Conocimiento. Habitualmente esta prestación se lleva a cabo a pie de cama o en gabinetes especializados en caso de requerimientos de sedación/relajación, siempre valorando la condición clínica del paciente y la confortabilidad.
En el caso de los pacientes pediátricos, gran parte de los catéteres se colocan en el gabinete polivalente de pediatría, y la Unidad de Accesos Venosos trabajan de manera conjunta con los profesionales del Servicio de Anestesia. Desde que se puso en marcha la Unidad de Accesos Venosos el 2017, ha habido un aumento exponencial del número de catéteres implantados en Vall d’Hebron, que ha pasado de 647 Midlines y 155 PICCs en 2017 a 3123 Midlines y 820 PICCs en 2021. Este aumento ha repercutido en una mejora en resultados en salud de los pacientes, especialmente en los indicadores de seguridad relacionados con los accesos venosos. “En Vall d’Hebron hacemos un abordaje integral de accesos venosos con un equipo único con liderazgo de Enfermería, de forma programa, que se adapta al entorno y a las necesidades de nuestros pacientes”, destaca Raquel Corredor.
