Consejos para pacientes con dolor crónico, fibromialgia y fatiga crónica desde el ámbito de la neurociencia del dolor
El dolor es un fenómeno que engloba varias esferas: biomédica, psicológica y social. Se produce cuando el sistema de alarma del propio cuerpo avisa al cerebro de que hay peligro de sufrir una lesión, real o potencial.
![dolor crònic, fibromiàlgia i fatiga crònica](/sites/hospital/files/styles/crop_16_9_large/public/shutterstock_1492613306.jpg?itok=NWy4kODi)
Por qué sentimos dolor
Sentimos dolor cuando el cerebro “llega a la conclusión” de que está en peligro y tiene que hacer algo, que en algunas ocasiones consiste en activar el denominado “programa de dolor”. En este contexto, es clave descubrir por qué el cerebro llega a la conclusión de que hay una amenaza.
Sentir dolor no siempre significa que hay un daño o lesión. Podemos sentirlo sin que haya daño. Por ejemplo, cuando vemos que nuestro hijo se cae y se hace daño. Pero también puedes tener daño sin dolor; ¿alguna vez te ha salido un cardenal y no recuerdas cuándo te lo has hecho?
La intensidad del dolor no está relacionada con la cantidad de daño que hayan podido sufrir los tejidos. ¿Un mismo golpe duele siempre igual? ¿Los puntos de una cesárea duelen siempre igual?
El dolor lo genera el cerebro, no se encuentra en los tejidos. En el cuerpo tenemos “sensores de peligro” que envían señales al cerebro, que usa la información y otros factores para decidir si activa el programa de dolor a o la fatiga.
El cerebro siempre es quien decide qué genera y qué no genera dolor. En el 100 % de los casos, si cree que está amenazado lo decidirá en función de varias variables: contexto, experiencias previas, creencias, emociones, etc.
El dolor en pacientes con fibromialgia y fatiga crónica
Los pacientes con fibromialgia y síndrome de fatiga crónica pueden llegar a experimentar más dolor del habitual o dolor ante estímulos que no suelen generarlo, como una caricia.
Estos procesos se producen porque el cerebro activa el programa de dolor o fatiga para proteger al individuo del peligro que cree que hay, incluso cuando en realidad no existe, ya que el cerebro interpreta de forma errónea la realidad.
El dolor siempre es real, no se provoca conscientemente, ni se inventa, ni es producto de la imaginación. No es un problema psicológico. Quien sufre fibromialgia o fatiga crónica no es responsable de ello; pero sí de implicarse en el tratamiento con estrategias activas.
El primer paso hacia la mejoría es entender qué le pasa al cerebro y qué está causando el dolor. No dejes que el dolor guíe tu vida y condicione todo lo que podrías hacer.