Un artículo analiza la transformación de Vall d’Hebron para hacer frente a la pandemia de COVID-19

El estudio, publicado por el grupo de investigación en Servicios Sanitarios del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), se titula “Transformación de un hospital universitario público y su área de influencia en un recurso integral para dar respuesta a la pandemia de COVID-19”. Su objetivo es proveer de información útil sobre gestión efectiva y estrategias organizacionales para que sean recursos válidos para otros hospitales a nivel internacional que tengan que dar respuesta a futuras olas pandémicas. 

A partir de cuatro ejes centrales, el artículo muestra qué estrategia siguieron los responsables del Hospital para transformarlo en respuesta a la pandemia. Los ejes detallados son: planificación previa, coordinación de los agentes sanitarios en el área de referencia, definición clara de las funciones de los cargos de liderazgo y organización de la atención basada en equipos multidisciplinarios con la mínima contratación de nuevo personal.

Los autores repasan la estrategia de coordinación y de planificación de las principales medidas de respuesta que siguió el Comité de Dirección del Hospital como por ejemplo la creación de una “COVID-19 Task Force”, la planificación de la transformación organizacional del hospital durante la pandemia y el liderazgo de la coordinación entre los diferentes agentes de salud del área para asegurar la distribución más eficiente de los pacientes y de los recursos. El artículo también define las cuatro fases con las cuales se puede dividir la respuesta a la primera ola de la pandemia (fase de preparación, fase de respuesta temprana, fase de respuesta intensiva y fase de recuperación) y define las acciones principales de cada una.

Según los autores, la estrategia de transformación permitió al hospital hacer frente a la oleada de pacientes sin exceder su capacidad. Así, durante la fase de respuesta, que duró 57 días, 3.106 pacientes acudieron a Urgencias y 2.054 fueron ingresados, 346 de los cuales fueron tratados en la UCI. La Unidad de Cuidados Intensivos precisamente fue el recurso que más se transformó para hacer frente al gran número de pacientes críticos que provocaba el coronavirus con una ampliación progresiva que llegó al 371%, mientras que las camas de hospitalización aumentaron en 240. En cuanto a los profesionales que tuvieron la baja por ser positivos de COVID-19, el número fue de 671.

En conclusión, este trabajo permite obtener una visión de cómo adaptar con efectividad la estructura y la función de grandes hospitales en situaciones excepcionales gracias a la experiencia adquirida por los profesionales del centro. Además, el estudio apunta la coordinación territorial como una estrategia efectiva para evitar que los hospitales excedan su capacidad.